Desconoce el arriba firmante si el culo de las personas tiene alguna conexión con el cerebro. Pero a la vista de los resultados de las broncas maternas e incluso escolares, el culo no está hecho para pensar. Porque sino a ver a qué viene el hecho de que cuando hacías o decías algo inadecuado, alguien replicara de inmediato con un sonoro "lo has pensado con el culo" o "esto está hecho con el culo".

Esto es lo que el nuevo o seminuevo Gobierno del señor Rajoy Brey puede haber hecho: pensar con la parte del cuerpo que menos (por no decir ninguna) conexión tiene con el supremo regidor del cuerpo humano, que es el cerebro, al modificar a conveniencia de no sé quien una norma de hace siete años.

Me explico: recientemente el Consejo de Ministros aprobó una modificación en la normativa sobre ordenación del sector pesquero y adaptación del Fondo Europeo de la Pesca que permite flexibilizar las condiciones de las bajas aportadas para los expedientes de nueva construcción, modernización y regularización de la flota pesquera operativa, respetando las medidas de esfuerzo en los caladeros. Es decir, la nueva norma establece la posibilidad de sustituir un buque, utilizando la capacidad que se da de baja, en varios expedientes de construcción o modernización, en lugar de utilizar, como establecía la normativa de 2009, la totalidad de la capacidad del buque sustituido en un solo expediente para la construcción o modernización de otro.

Pensar con el culo: la inmensa mayoría de los barcos de nueva construcción o de modernización reciente no solo no responden a las medidas de esfuerzo en los caladeros y al buque sustituido, sino que, con demasiada frecuencia, dobla o triplica la potencia motora de la embarcación que substituye.

Lo sabe el Gobierno, lo sabe la Xunta y lo saben todos aquellos en teoría llamados a controlar adecuadamente que la potencia (por ejemplo, de arrastre) de un barco se corresponde en todo o casi todo con la del barco cuya entrega permite esa nueva construcción o modernización del habido.

No será porque no se haya dicho por activa y por pasiva: la declaración de potencia se parece tanto a la que realmente tienen los motores nuevos como un huevo se parece a una castaña: nada. Y de esta "nada" sobrevienen muchas otras cuestiones: se pesca más de lo que se debe y en fondos a los que no habría que llegar. Pero no importa: el Gobierno, a lo suyo, a flexibilizar condiciones para, a posteriori, decir que las cuotas se agotan y que no sabe por qué.

Cómo de avisados estarán los señores ministros y su presidente que en la modificación aprobada establecen que se autorizan las modificaciones de expedientes "siempre que, tras una primera modificación, no se incremente en más de un 20% la capacidad inicial autorizada, aportando siempre las bajas correspondientes".

¡Ja!

Tal vez confundo las témporas con el culo. Probablemente. Pero a ver quién se niega a la trampa cuando tantas facilidades se dan para pescar, en lugar de con un barco, con varias embarcaciones y sus respectivas potencias motoras.