Acaba de tomar posesión de su cargo como directora general de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica de la Consellería do Mar. Abogada y entregada a la causa de la pesca desde hace una veintena de años, Mercedes Rodríguez Mosquera sustituye a Juan Maneiro, pero está convencida de que éste no se va del todo de la Consellería. Le considera, además de capacitado, necesario. Y es probable que Maneiro continúe, más pronto o más tarde, por los aledaños del que, hasta el pasado 30 de diciembre, fue el despacho que ocupaba. No "su" despacho, porque aunque los cargos oficiales suelen referirse a ese espacio vital en el que desempeñan su trabajo como "su" despacho, éste es tan provisional como la maleta que los marineros hacen y deshacen al embarcar o desembarcar. Comparten con ella, la maleta, un habitáculo a bordo, pero ese adminículo tan necesario para el ir y venir no es sino la evidencia de la disponibilidad.

Mercedes Rodríguez también llega con la suya al edificio administrativo de la Xunta, en San Caetano. Deja otra bien preparada en A Mariña, a donde acudirá siempre que sus obligaciones se lo permitan. Tratará de compatibilizar esas obligaciones con las propias de una madre y esposa. Como ha hecho hasta ahora al frente de la dirección general de la OPP-Lugo. Difícil tarea compatibilizar la vida laboral y familiar. Lo asume.

Cuando todavía vive las emociones de la toma de posesión, hablamos de lo que hay y lo que espera del "ya" de cada día y, en particular, del sector cerquero. Aquel que durante más de tres meses sentó sus reales en los compostelanos jardines de San Caetano, a escasa distancia de los despachos oficiales de la Consellería do Mar y de los que nunca, durante un período de silenciosa protesta, salió una palabra de ánimo o de consuelo para los que pasaban frío bajo las lonas de sus tiendas de campaña. No sé qué se le pasará por la cabeza a Mercedes Rodríguez si los cerqueros de Acerga, por ejemplo, repiten experiencia. Los ánimos, ahora mismo, están en calma. Los cerqueros observan y esperan. La directora xeral supongo que hará otro tanto.

"Acabo de llegar -me dice-. Ahora mismo quiero ver y analizar muchas cosas, revisar normas, estudiar a fondo la problemática. Por supuesto, no la desconozco, pero no ha sido mi área específica de trabajo. Por eso quiero profundizar. Dejo claro, no obstante, que es una modalidad de pesca con la que he vivido toda mi vida. Soy de Foz y para mí no son nuevas, ni mucho menos, denominaciones como tarrafa o sardina. Le tengo cariño a todas las modalidades de pesca. El cerco siempre lo he tenido cerca".

Es, Mercedes Rodríguez Moreda, firme en sus convicciones. Decidida. Sabe negociar, como ha demostrado en muchas ocasiones aunque en otros ámbitos de la pesca: "Me reuniré con todos cuando sea necesario. Es demasiado pronto para establecer dónde y cómo, pero quiero hablar tranquilamente. El diálogo es básico. Hay que escuchar. Debemos escucharnos. Y si hay algo que cambiar porque no funciona adecuadamente, conocer qué es lo que falla y encontrar una solución entre todos".

La Dirección Xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica es para Mercedes Rodríguez -lo dijo en su toma de posesión- un "nuevo reto". Considera que la Consellería de la que ya forma parte "cree en el futuro de la pesca" (otros están convencidos de que cree más en el futuro de la acuicultura que los pescadores no quieren). Y plantea seguir trabajando, lo dijo también, para hacer frente a retos importantes como son los efectos en la pesca de Galicia de la salida del Reino Unido de la UE o los descartes que impone la Política Pesquera Común. Es optimista y confía que la pesca gallega en general encuentre vías que hagan que Galia salga reforzada de esta situación hoy nada fácil: "La Pesca es un sector que tiene futuro en Galicia y debe seguir siendo motor de nuestra Autonomía". La acuicultura no se le atraganta: "Lo que se haga será siempre contando con el sector y su apoyo y colaboración".

Es de Foz. Las sardinas y las veteranas tarrafas no le suenan porque lo haya estudiado, sino porque el mar de su villa lucense se las aproximó siempre a su casa. Ojalá no lo olvide nunca. La pesca de bajura en general espera mucho de ella. Me temo que demasiado. Van a exigir. Tienen motivos.