España es el tercer país con mayor consumo de cigalas de la Unión Europea por detrás de Francia e Italia, según un informe del Observatorio del Mercado de los Productos de la Pesca de la Comisión Europea (CE). El informe sitúa el consumo español entre las 5.000 y las 6.500 toneladas, con datos de 2015, y una mayor venta en Navidad y en verano, mientras que en Francia asciende a 11.000 toneladas y en Italia, a 10.000.

España es un país deficitario en la obtención de este producto, ya que depende de las importaciones para su abastecimiento. El encarecimiento de las importaciones provocó un incremento de los precios de las cigalas frescas en España de un 7% entre 2013 y 2015.

La UE extrae la mayoría de las capturas mundiales de cigala y es principal consumidor. Los mayores exportadores son los países del norte, como Reino Unido, Dinamarca o Irlanda.