La Xunta destinó casi 140.000 euros a una investigación denominada DeMeTox para adaptarse a la nueva técnica de detección de toxinas paralizantes en los moluscos bivalvos impuesta por Bruselas. La implantación del método químico de análisis sustituirá así al anterior, de bioensayo con ratones.

El Consello de la Xunta analizó ayer un informe que explica el alcance de esta iniciativa. El objetivo del estudio es perfeccionar y mejorar la aplicación del método químico de detección de toxinas lipofílicas que comenzará a ser usado a partir de este año para adaptarse a las exigencias europeas.

La investigación, que realizan de forma conjunta el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) y el Centro de Investigacións Mariñas (CIMA), lleva ocho meses en vigencia, desde mayo de 2016, y tiene una duración de tres años.