No es la primera vez que algunos profesionales de la mar expresan sus quejas por la falta de formación de muchos pescadores españoles. Y, sin embargo, es para los pescadores para quienes se han implantado en España desde hace unos años cursos de formación, desde la básica, que teóricamente les capacitan como marinero-pescador. Pero han pasado a ser un pesado lastre al que los marineros han de hacer frente cada año si quieren seguir con el derecho a poder embarcar (otra cosa es que lo logren).

Requisito indispensable para ello es contar con ese reconocimiento de capacitación para ejercer como marinero-pescador. Siendo de aplicación para la totalidad de los marineros-pescadores, las tasas a pagar no son las mismas en todas las comunidades ni puertos españoles pese a que la habilitación como marineros-pescadores es válida para todo el territorio nacional.

Las cantidades a satisfacer oscilan entre los 5 y los 6 euros de Asturias y Pasajes, los 14,44 euros de Canarias, los 30,6 de Málaga o los 36,8 de A Coruña, según los propios cursillistas, que se deben realizar un nuevo curso si no han renovado la acreditación que les ampara como marineros-pescadores antes del 31 de diciembre de cada año.

A ello se añade que en el horizonte se dibuja una nueva amenaza: la formación y actualización para el sector marítimo-pesquero puede dejar de ser subvencionada si, como trascendió en el sector, se confirma que serán empresas privadas las que impartan la formación, como sucedió ya con los cursos para la lucha contra incendios y que podrían elevar las tasas hasta los 600 euros.

La alarma se ha extendido por los puertos. Y, por encima, esa formación recibida no ofrece toda la seguridad que sería necesaria -a juicio de expertos en salvamento marítimo- para situaciones de peligro a bordo o el ejercicio de las labores propias de aquellos a los que se titula.

¿Se están pagando tasas desiguales por una capacitación que otorga el derecho a embarcarse en cualquier puerto español y, sobre todo, se capacita realmente a quien realiza los cursos exigidos para poder embarcar?

Atrás han quedado, en buena hora, los tiempos en los que el marinero se hacía en la mar desde niño. Pero tampoco es el aula, exclusivamente, quien capacita para el ejercicio de la profesión de marinero-pescador.