De paso que comprobaban cuántas toniñas viven en aguas gallegas, la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) utilizó el barco para recopilar por primera vez datos que avalan el exceso de residuos plásticos en los mares gallegos y los resultados son, asegura el biólogo de la entidad, Alfredo López, para "estar seriamente preocupados todos y cada uno de nosotros". "La gente se enfada si a lo mejor en la caja del supermercado no le regalan una bolsa de plástico o se la cobran, pero si pudiéramos meter la cabeza en el mar y ver lo que hay ahí abajo nos pondría los pelos de punta", avisa este experto.

"No podemos esperar más", advierte, y urge a actuar en dos frentes: retirar los plásticos del mar y evitar que lleguen más. "A veces cuando vamos a la playa y vemos plásticos le echamos la culpa a los marineros, pero no es verdad: la mayoría de los que aparecen en las playas tienen procedencia terrestre", en un 80% de los casos, calculan. Aboga por "retirar" los plásticos de la "circulación". Las cifras estimadas a partir de su campaña, que avalan que tres de cada cuatro residuos avistados son plásticos, ilustran la abundancia de este material: 39.714 láminas, 10.168 recipientes y 7.112 bolsas. Entre cuatro y doce objetos aboyando por kilómetro cuadrado.