Galicia fue el año pasado la comunidad autónoma que más panga importó, al adquirir 6.829 toneladas de las 21.102 que entraron a España, lo que supone un 32% del total. La Comunidad Valenciana, que compró 4.352 toneladas, y Cataluña, con 2.544, completan el ranking nacional. Entre las tres suman el 65% de las operaciones comerciales con este pescado.

Las adquisiciones de panga desde la comunidad aumentaron un 10% con respecto al 2015, cuando Galicia fue la segunda mayor compradora de España, con 6.197 toneladas y tan solo superada por la Comunidad Valenciana, con 7.496, según la base de datos estadísticos del comercio exterior español, DataComex, que elabora el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y que muestra los resultados provisionales de 2016.

Galicia, que cuenta con la flota pesquera más importante de España, importó en los seis años que recoge la base de datos un total de 58.151 toneladas, con grandes variaciones entre 2010 y 2016. El año con mayor llegada de producto fue 2010, al alcanzarse las 10.262 toneladas, un 33% más que el año pasado. 2016 y 2015 son los años con menor importación de los registrados, al no llegar en ninguno de los casos a las 7.000 toneladas. El bajo precio del panga, unido a la situación de crisis económica por la que pasó el país, parecen ser dos factores determinantes para que llegase una cantidad tan grande de este pescado entre 2010 y 2014.

Las zonas costeras de España son las que más importaciones de este pescado realizan con la Comunidad Valenciana a la cabeza (a excepción de 2016, cuando adquirió 4.352 toneladas). Esta, junto con Galicia, Cataluña, Andalucía (1.938) y las Islas Canarias (1.037) importaron el año pasado 16.700 toneladas, casi el 80% del total. Madrid, con 2.022 toneladas, es la zona de interior donde más panga se adquirió y casi duplicó la cantidad de 2015 (1.178 toneladas).

El presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Tomás Fajardo, señala que en Galicia hay productos frescos con certificación de calidad y por un valor económico similar al panga, por lo que no es necesario recurrir a pescado procedente de Vietnam para abastecer el mercado dentro del precio al que se comercializa -es barato, uno de los factores más atractivos para el comprador-.

La polémica en torno al consumo del panga resurgió tras el anuncio de Carrefour de dejar de vender este producto por razones medioambientales. Este pescado se cultiva en los ríos contaminados de Vietnam, por lo que su salubridad se cuestiona desde diferentes sectores y ámbitos, como el educativo y el sanitario.

El panga es un pescado que se comercializa principalmente en filetes congelados, aunque también se encuentra fresco. Galicia importó 40 toneladas de este pescado refrigerado en 2014, lo que supone un porcentaje mínimo (apenas el 1,3%) de las 9.286 que llegaron en total; en 2013, se produjo una situación similar al llegar 21 toneladas de las 8.156 como pescado fresco, tan solo el 0,25%. La base de datos estadísticos del comercio exterior no muestra información sobre este tipo de pescado en 2016.

Las importaciones de panga congelado sin ser fileteado son ínfimas: en 2013 (único en los que aparecen registrado) solo un 0,09% del panga introducido en Galicia tenía estas características.

Galicia invirtió 15,6 millones de euros en 2016 en adquirir este pescado en filetes congelados, un 5,7% más que el año anterior (14,8 millones). La situación en el cómputo global español fue la contraria. Las importaciones de panga supusieron un gasto de 41,8 millones de euros en 2016, frente a los 52,6 del año anterior, lo que implica una diferencia del 20%, porcentaje que también representa la disminución de la compra en toneladas.