El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado el reparto de cuotas y posibilidades de pesca individuales para los buques del caladero Cantábrico Noroeste de rape, jurel, cigala, caballa, bacaladilla y gallo, así como el aumento de merluza establecido para compensar los desembarques que antes se descartaban, denominado top up. La distribución se hizo de acuerdo con las posibilidades de pesca de cada barco y el cupo inicial de las especies para España tras el reparto de la Unión Europea en diciembre y no varió el reparto de 2016 más allá de la reducción de Bruselas.

El gerente de la Asociación de Armadores Coruñeses de Arrastre Pescagalicia-Arpega-O Barco, Juan Carlos Corrás, asegura que la asignación es lo que se esperaban en base a la normativa actual, aunque lamenta que continúen las desigualdades entre barcos. Algunos tienen hasta ocho veces más posibilidades de pesca que otros. "Existe una asimetría bastante importante de cuotas asignadas a cada buque debido a que se permitió comprar los cupos de barcos desguazados con dinero público", explica el secretario general de Pescagalicia-Arpega-O Barco, Torcuato Teixeira. "En un contexto de escasez como el actual, que una embarcación pueda acumular derechos es una distorsión que debería corregirse", denuncia.

La resolución reúne información sobre aquellos buques que no podrán pescar. La embarcación Ría de Muros, que hizo transferencia definitiva de todas sus posibilidades de pesca, sigue en el censo al no darse de baja. Pescarosa Cuarto y Buepor, por otro lado, disponen de menos del 0,5 del total de posibilidades, por lo que deben abandonar la pesquería hasta conseguir superar ese mínimo establecido. El arrastre permite la cesión de cuota entre barcos, y Teixeira lamenta que algunas empresas no la trabajen sino que la cedan a cambio de dinero.