Las autoridades somalíes informaron ayer de que un grupo de piratas secuestró el buque petrolero A ris 13 frente a la costa de Somalia, lo que supone la primera retención de una embarcación comercial desde 2012. Ocho tripulantes permanecen a bordo del barco, que tiene bandera de Sri Lanka, según fuentes oficiales somalíes citadas ayer por medios de este país.

La nave, gestionada por una empresa radicada en los Emiratos Árabes Unidos, fue asaltada por ocho hombres armados que confirmaron que se encontraban a la espera de la embarcación. El secuestro fue corroborado por la tripulación con un mensaje enviado a la compañía.

El barco, que se dirigía desde Yibuti a Mogadisco, capital del país, realizó una llamada de auxilio el lunes. El miembro del programa de asistencia Ocean's Beyond Piracy en busca de una respuesta contra la piratería, John Steed, indicó que tras el aviso se apagó el sistema de rastreo del buque, que alteró su recorrido para dirigirse a la localidad portuaria somalí de Alula.

"La embarcación alertó anteayer por la tarde de que estaba siendo perseguida por dos esquifes. Después, desapareció", afirmó Steed. "Los piratas secuestraron el petrolero y lo trasladaron a una zona cercana a Alula", señaló por su parte el comisionado de este distrito, Mohamud Ahmed Eynab.

La Fuerza Naval de la Unión Europea (EU-Navfor) sobrevoló la zona en un intento por hallar la embarcación, que supervisaba la Organización de Comercio Marítimo de Reino Unido (Ukmto), encargada de coordinar los barcos en la zona del golfo de Adén.

El Aris 13 pertenece a la empresa panameña Armi Shipping, aunque lo gestiona Aurora Ship Management, de los Emiratos Árabes Unidos. Tiene 62 metros de eslora y fue construido en 1990.

Este es el primer secuestro de una embarcación comercial en los últimos cinco años debido a la mejora en la seguridad para los barcos en esta parte del océano Índico tras el pico de piratería frente a las costas somalíes entre 208 y 2012.

Precisamente, entre los casos con incidencia para España está el asalto al buque atunero Playa de Bakio, secuestrado en abril de 2008 cuando faenaba a 250 millas de la costa de Somalia. Su caso provocó que el Gobierno español reclamase en la UE un refuerzo de la seguridad en aguas del Índico y fue el detonante de la operación Atalanta contra la piratería. Los piratas retuvieron a los 26 tripulantes del Playa de Bakio (cinco de ellos gallegos) durante una semana.

Otros casos españoles

Otros casos de secuestros de buques españoles son el del atunero Alakrana, el 3 de octubre de 2009, y el palangrero Vega 5, propiedad de Pescanova, a finales de 2010. En ambos incidentes, los piratas tardaron varias semanas en liberar a los rehenes previo pago de los correspondientes rescates.

En estos años los efectivos europeos que participan en la operación Atalanta detuvieron y llevaron ante los tribunales a más de 150 piratas, además de evitar numerosos secuestros y reducir significativamente los asaltos a barcos en la región. España, que fue uno de los principales impulsores de la misión, ostenta actualmente el mando de la vigilancia, que rota cada cuatro meses entre las naciones que aportan fuerzas. La toma de posesión tuvo lugar a bordo del buque de asalto anfibio Galicia el pasado 24 de febrero en el puerto de Yibuti.

Ocean's Beyond Piracy calculó en 2011 que el gasto en la lucha contra la piratería ascendía a 7.000 millones de dólares (6.577 millones de euros), aunque los ataques disminuyeron considerablemente cuando los barcos comenzaron a evitar la zona somalí y reforzaron las medidas de seguridad. La intervención de las fuerzas navales regionales impidieron además varios secuestros y aumentaron la protección en la zona, que es una ruta estratégica.