No sabe uno, lector, si aquellos que programan las campañas de pesca para la flota de bajura gallega se cruzan apuestas para saber quién acierta en la fecha de apertura y cierre de aquellas. Pero sí hay algo que -sin ser servidor un rumiante, al menos que sepa- vengo masticando reiteradamente desde que se inició la pesquería del bocarte. Una pesquería que, de la manera más abrupta posible, ha cerrado -sin la oposición de la Consellería do Mar- la secretaría General de Pesca del Ministerio de doña Isabel.

Cinco días, exactamente, ha durado una campaña en la que los cerqueros gallegos enjugaban sus lágrimas. Cinco días que no han permitido grandes alegrías, pero que sí han servido para constatar lo que, desde hace tres años, vienen observando los pescadores gallegos: hay anchoa y esta es ahora adulta y abundante, gorda y de buen tamaño y, dentro de la miseria habitual en los últimos años, se vende bien. No es una anchoa del TAC del Golfo de Cádiz, ni tampoco corresponde al TAC de la zona VIIIc. Lo que hace pensar que la Comisión Europea o, en su defecto, la Secretaría General de Pesca, deberá establecer un nuevo TAC que ubique al que, hasta el mismo martes, ofrecía ejemplares para pescar en la mismísima ría de Marín (si fuese posible hacerlo sin problemas).

¿Qué ha llevado a dar por concluida la campaña en la IXa? ¿Acaso es un medio más para acorralar a la flota gallega? ¿Quieren destruir esta flota? ¿Qué cálculos han hecho para que, en tan solo cinco días, cinco, hayan tenido que dar por agotada la pesquería?

La anchoa era la única especie que daba un mínimo sentido a la profesión de marinero-pescador en la última semana. Pero se ve que esto importa poco o nada a quienes "programan" las campañas.

¿Tiene la Xunta alguna estrategia frente a la Administración Central para paliar esta situación de ruina?

Si Dios -como nos han enseñado a mi generación y siguientes- descansó al séptimo día del inicio de la Creación, la Secretaría General de Pesca ha terminado su trabajo en la IXa con un puñado de horas de antelación al tiempo empleado por el Todopoderoso y no queda sino felicitarla porque ganar al Creador no debe ser tarea fácil.

Abofé.