La cría de lobo de mar ceniciento que fue rescatada frente a San Andrés de Teixido el 5 de diciembre inició ayer por la mañana su regreso al mar después de una larga recuperación. Luceiro -que se llama así en honor al barco que lo rescató- viajará a bordo del pesquero Ferreira Martínez, que dispone de un depósito de agua salada y comida suficiente, hasta llegar a su hábitat natural, en aguas del Gran Sol, donde será liberado.

El animal quedó atrapado en los aparejos del barco Lucero 1 cuando faenaba a menos de un kilómetro y medio de la costa de donde lo rescataron los pescadores para transportarlo al puerto de Cedeira y comprobar los daños que sufría.

El lobo de mar presentaba heridas en la cabeza y las aletas de las que fue tratado en el centro de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), en Nigrán, y posteriormente fue trasladado al Instituto Galego de Estudos de Acuicultura (Igafa), en la Illa de Arousa, donde ganó peso, agilidad y fuerza en una piscina al aire libre. Durante estos tres meses y medio, Luceiro aprendió a comer y a pescar por si solo, adquirió la destreza necesaria para entrar y salir del agua y alcanzó los 33,5 kilos de peso y más musculatura.

La Xunta renovó, precisamente, esta semana el compromiso obtenido con el Cemma para la asistencia y recuperación de reptiles y mamíferos marinos varados en la costa. La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio destinará este año 40.000 euros a las acciones que se desarrollan de forma conjunta con el objetivo de garantizar el cuidado y conservación de estos animales.

El convenio se renueva año a año y hace posible la detección de reptiles y mamíferos marinos varados en la costa gallega, así como la prestación de cuidados y primeros auxilios a los ejemplares vivos incluido el tratamiento veterinario, hospitalización y alimentación.