Los armadores gallegos quieren poner fin a la veda a la pesca de merluza mediante arrastreros de litoral en un área comprendida entre cabo Vilán y cabo Ortegal, en A Coruña. Esta es una reivindicación que la asociación coruñesa de armadores Pescagalicia-Arpega-O Barco plantea desde 2005 y que los representantes de la Confederación Española de Pesca (Cepesca) trasladaron a la Unión Europea a principios de abril en un encuentro organizado por la patronal europea Europêche.

La veda se estableció en 2001 para proteger a la merluza ya que, según los datos que la Unión Europea manejaba de los estudios del Instituto Español de Oceanografía (IEO), esta era la zona donde había una concentración de juveniles más importante en el sur de Europa. La norma afecta a los arrastreros pero no es de obligado cumplimiento para el palangre y la volanta, que no están sometidos al parón de cuatro meses al no capturar tantos juveniles -aunque sí reproductores-.

El secretario general de Pescagalicia-Arpega-O Barco, Torcuato Teixeira, calificó la medida de "veda política" y denunció que no había pruebas suficientes en su momento para establecerla. Teixeira reclamó su revisión y recordó que hay un borrador del Consello Galego de Pesca en el que se pide la modificación de la veda en el próximo reglamento de medidas técnicas de la UE.

La patronal Europêche organizó a principios de abril una reunión con miembros del Parlamento Europeo -entre ellos el español Gabriel Mato, miembro de la Comisión de Pesca- y de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare). El gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), Hugo González, ejerció de representante de Cepesca junto a Jérôme Jourdain, de la Union des Armateurs á la Pêche de France, y Mario Ferreti, de la Alleanza Cooperative Italiane.

La patronal Cepesca reclamó el fin de la veda en A Coruña y otras medidas para ser incluidas en el nuevo reglamento de medidas técnicas que se negocia en el seno de la Unión Europea. En caso de no poder reabrir esta zona, vetada cada año entre el 1 de octubre y el 31 de enero, espera que al menos los buques que no se dedican en exclusiva a esta especie puedan faenar allí.

González hizo referencia durante su intervención en el encuentro a la necesidad de hacer estudios para ver cómo está el stock sur de merluza, si bien considera que la veda debe dejar de existir o que haya un acceso restringido. La idea es que puedan acceder solo los que pesquen un promedio del 8% de sus capturas, es decir, que no sean propiamente merluceros.

"Urge que el IEO diseñe una campaña para acreditar que la veda no tiene sentido porque no cumple el objetivo biológico", denunció por su parte el secretario general de Pescagalicia-Arpega-O Barco. Teixeira considera imprescindible que España aporte a la Unión Europea informes que vayan "en esa línea"; es decir, que demuestren que no hay juveniles en la zona y que la veda carece de sentido. El hecho de que siga vigente demuestra cómo son los "reflejos" en la gestión pesquera, aseveró.

"La veda perjudica sobre todo a la pesca de arrastre porque en esas fechas es cuando más temporales hay y obliga a los arrastreros a trabajar más lejos de la costa, lo que supone un riesgo para su seguridad", denunció Teixeira.

Otros asuntos

Los representantes de las patronales europeas también trataron otros temas en la reunión mantenida a principios de mes, como las propuestas de incremento de las dimensiones de las mallas para arrastreros y volanteros tanto en aguas ibéricas como de Gran Sol, un tema "preocupante" que podría rebajar un 50% las capturas de rapante (o gallo).

También relacionado con el arrastre, se trató el lenguaje empleado sobre esta arte en las comunicaciones (incluso en reglamentos) oficiales, "casi siempre negativo" y sin que se tenga en cuenta el esfuerzo del sector por mantener y crear riqueza en zonas costeras, empleo, y aportación de alimento de origen a la población del planeta, indicaron.

De igual forma, armadores y representantes políticos discutieron la propuesta "difícil de alcanzar" de capturar como máximo un 5% de especies de talla inferior a la reglamentaria, además de la "preocupación" por los incrementos en las tallas mínimas de algunas especies y por el establecimiento de vedas en tiempo real como herramienta de gestión de las pesquerías.

González resaltó las dificultades que ocasionará la política de descartes al sector con respecto a la posible reducción de poblaciones de aves marinas y especies carroñeras de fondo.

Según el gerente adjunto de ARVI, tanto los europarlamentarios como los miembros de la DG Mare tomaron nota de las propuestas y preocupaciones y explicaron que serían analizadas con sus respectivos equipos y con los estados miembros.