Portos de Galicia cifra en un centenar el número de buques abandonados en las 122 instalaciones de titularidad autonómica. Se trata, según fuentes de la institución, en su mayoría de barcos de recreo a los que ahora intentarán buscar una retirada más rápida gracias a la nueva ley de puertos, anunciada el pasado viernes por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

La ley considerará buques abandonados a aquellos que permanezcan durante más de seis meses atracados, amarrados, anclados o depositados en seco en el mismo lugar dentro del puerto, sin actividad apreciable, y sin haber abonado las tasas correspondientes. La media actual para la retirada de una de estas embarcaciones se encuentra en cinco años, por lo que desde Portos informan que quieren acortar los tiempos.

El procedimiento de retirada y venta que sigue Portos ahora establece que las mercancías o elementos que lleguen a permanecer un año sobre las explanadas y en los depósitos se considerarán como abandonados por sus dueños, con lo que procederá a su venta.

Los barcos que se encuentran abandonados fueron dejados, sobre todo, durante la crisis. Y es que los respectivos dueños se dieron cuenta de que mantener un barco es caro y no solo por la plaza necesaria.

Los últimos procedimientos de venta de embarcaciones incautadas incluyen desde una pequeña barca de madera de casi cinco metros de eslora hasta un velero de once metros, pasando por varios barcos de recreo.