El informe de la Comisión Europea al Parlamento Europeo y al Consejo sobre el régimen de control de cumplimiento de la Política Pesquera Común demanda un seguimiento y una vigilancia más exhaustiva y sólida de las actividades pesqueras y una mayor concienciación del sector sobre la importancia de respetar las medidas de conservación.

El texto reconoce los progresos de los estados miembros en materia de captura, transformación, distribución y comercialización de los productos de la pesca pero, sin embargo, incide en que la aplicación de las normas no es uniforme, sobre todo en lo referente a los buques de terceros países que pescan en aguas comunitarias. A pesar de la existencia de un régimen de sanciones con un sistema de puntos para las infracciones graves, los estados miembros emplean diferentes criterios para su aplicación, lo que genera desconfianza y desigualdades entre los pescadores.

La Comisión reconoce la labor de la Agencia Europea de Control Pesquero (AECP) y los planes de control e inspección específicos que lleva a cabo para mejorar la cooperación y el intercambio de información entre los estados miembros. Además, la agencia realiza actividades de divulgación y formación "útiles" para explicar las normas.