La eliminación de las etiquetas codificadas y seriadas de las nasas en el plan para la gestión del pulpo 2017-2018 generó división entre las cofradías que no apoyan la modificación aprobada por la Consellería do Mar y aquellas que trasladaron la petición. Parte del sector contrario al cambio alega que prescindir de esta numeración implica darle "carta blanca" a los furtivos, ya que se elimina una de las vías de control que la Administración empleaba para conocer los aparejos que hay en el mar.

El patrón mayor de la Confraría de Pescadores de A Coruña, Felipe Canosa, explicó que estas etiquetas están asignadas a un barco y sirven para numerar las nasas que hay en cada cacea (o conjunto de nasas). La pérdida de una debía comunicarse de inmediato a la Xunta para que la diese de baja y la sustituyese. "Era un método latoso pero me gustaría que siguiese porque garantizaba un mayor control", indicó Canosa, algo que apoyan otros pósitos como los de Caión o Lorbé.

La eliminación de las etiquetas codificadas y seriadas facilita la colocación de nasas "ilegales o furtivas". Esto se debe a que antes, al estar identificadas de forma individual, las que no tenían etiqueta podían retirarse y llevarse a tierra, labor que dificulta la modificación del plan de gestión. El sector lamenta que esta decisión se tome en un momento en el que las descargas e ingresos por esta especie aumentaron considerablemente, algo que vinculan con las condiciones climatológicas y los controles.

La Consellería do Mar, por su parte, alegó que la medida fue solicitada por el propio sector y que la Administración tomó la decisión para facilitar el trabajo sin dificultar el control al perder una nasa. Sin embargo, todavía se requiere el uso obligatorio del chip RFID en los cabeceros. "Fue lo que solicitó mayoritariamente el sector, las decisiones se toman según lo que piden las cofradías y en Galicia hay 63", explicó el líder del pósito coruñés.