España defendió ayer ante los Veintiocho la continuidad de la operación Atalanta contra la piratería en el Índico ante el repunte de los ataques. Los países mediterráneos, entre ellos España y Portugal, incidieron en la necesidad de "prestar atención" a los retos de la seguridad marítima en el Mediterráneo, en el golfo de Guinea y en el Cuerno de África, donde se desarrolla la misión Atalanta.