El 18% de los españoles no distinguen si el pescado que compran procede de la acuicultura o tiene un origen salvaje, aunque el 41% asegura preferir este último, según apuntó ayer el jefe de la unidad de Análisis Económicos y Mercados de Pesca de la Comisión Europea, Frangiscos Nikolian. El representante de la CE asistió al V Congreso de la Calidad de los Productos Pesqueros, donde cifró en un 34% los consumidores europeos que eligen el pescado salvaje frente al acuícola, siete puntos por debajo del porcentaje español.

Nikolian presentó un análisis sobre los hábitos de consumo en 16 países comunitarios en el que destaca que el 14% de los habitantes de la Unión Europea no diferencian un producto salvaje de uno acuícola, un porcentaje menor que en el caso de España. El representante de la Comisión Europea también indicó que uno de cada tres españoles asegura no tener preferencias entre uno u otro origen y que solo un 5% prefiere los productos pesqueros de origen piscícola, frente al 8% de los europeos.

El 39% de los ciudadanos de España que se decantan por el pescado o marisco salvaje tienen más de 40 años y el 61% prefiere que proceda de su comunidad autónoma. Entre los jóvenes de 25 a 39 años, Nikolian destacó que el 69% están dispuestos a probar nuevas variedades o tipos de productos, aunque el interés de los consumidores está centrado en los frescos y los que están "listos para comer". El precio es, sin embargo, el factor que más condiciona al 79% de los españoles y al 68% de los europeos.

España destaca por el "arraigo" de las pescaderías tradicionales, donde se comercializa el 52% de los productos pesqueros, frente al 74% que despachan los supermercados en la UE. Precisamente, la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (Fedepesca) lanzó una aplicación móvil a través de la que se podrá acceder a noticias o publicaciones de la entidad y en la que los asociados podrán visualizar contenidos como vídeos u otros documentos destinados a la formación.

La ingesta de pescado, por otro lado, cae desde hace varios años, a pesar de lo cual España todavía continúa a la cabeza de los países comunitarios. La gerente de Fedepesca, María Luisa Álvarez, aseguró que los hogares tiran el 3,9% de los productos del mar que compran, lo que a final de año supone que 23,1 millones de kilos van a a parar a la basura. En el último año móvil, hasta septiembre de 2016, los españoles redujeron un 5% el desperdicio generado por pescados y mariscos, que son de los que menos se desaprovechan (en el caso de la fruta, por ejemplo, el porcentaje asciende hasta el 27,6%).

Los representantes del sector y de las administraciones que asistieron al congreso también debatieron sobre las "asignaturas pendientes" en la economía circular, entre las que Álvarez destacó la disminución de los plásticos en el mar, la regeneración de los envases o la búsqueda de cajas de pescado de los comerciantes que sean retornables o de materiales más sostenibles. El secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, destacó que la pesca y la acuicultura están "a la vanguardia" con respecto a otras actividades en el uso reducido de agua.