La empresa de Palencia Merimar procesó las cien toneladas de pulpo que los pescadores asturianos sacaron del mar con métodos tradicionales y reconocidos con la ecoetiqueta MSC (Marine Stewardship Council). El propietario de la firma, Conrado Merino, indicó que se envió cocido a EEUU y Canadá y crudo a Japón porque en el mercado nacional no existe la conciencia ni el hábito de consumir productos capturados de manera sostenible.