La campaña del bonito del norte comenzó para la flota gallega con las peores cifras en descargas desde 2004 y con los ingresos más bajos de los últimos nueve años. Los centros de primera venta de la comunidad subastaron en junio 92,7 toneladas, la cantidad más baja desde 2004, cuando se comercializaron 83,3 toneladas. La facturación de las lonjas gallegas por la venta de este recurso tampoco fue buena durante el primer mes de campaña pues reportó 639.183 euros, un 40% menos que el año pasado (1,08 millones de euros) y la peor cifra desde 2008, cuando apenas se superó el medio millón de euros por la venta de 96,6 toneladas de bonito.

"Fue un junio muy flojo. Estamos en el inicio, que no es para nada positivo y las cifras están muy lejos de ser las de un año tipo", lamenta el gerente de la Asociación de Armadores de Burela (ABSA), Miguel Neira. La lonja de este municipio lucense, la principal para la especie, subastó en el primer mes de la campaña un 36% menos de bonito que el año pasado, con casi 47 toneladas vendidas por 366.179 euros (frente a los 472.108 euros de 2016). Esta es la peor cifra desde que la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar, tiene registros (que comienzan en 1997). "El primer mes de la campaña el año pasado también fue malo, y este es peor", indica Neira, que destaca el incremento de los precios medios ante la escasez de producto. Este año se vendió el kilo a una media de 7,79 euros, un 21% más que en 2016, cuando los primeros bonitos de la campaña se comercializaron a una media de 6,43 euros por kilo.

Los armadores indican que el nivel de capturas fue bajo y que tuvieron muchas dificultades para localizar buenos bancos, con jornadas en las que no encontraron ningún ejemplar. "El barco que más pescó no llegó a los 6.000 kilos, pero estos días ya descargan en torno a los 9.000 o 10.000 kilos y esperamos que conforme avance la campaña se aproximen a los 20.000", aclara el portavoz de ABSA.

Las 47 toneladas registradas en el centro de primera venta de Burela se vendieron en 22 subastas, la mayoría procedente de barcos vascos. "El Espadín Dous fue el único de la localidad lucense que vendió en junio", apunta Neira. Este año, menos buques del municipio se desplazaron para la campaña de bonito tras el verano de 2016, en el que la escasez de capturas provocó que la flota gallega abandonase la campaña para dedicarse a otras especies.

Las tripulaciones y los armadores están "desanimados" tras el mal inicio y lamentan que las capturas no cubran los gastos de explotación, ya que recorren grandes distancias en busca del bonito y hacen una inversión importante en combustible. Neira, sin embargo, se muestra optimista de cara a la continuación de la campaña e indica que en la primera semana de julio ya se vendió más bonito que en todo junio. "El primer mes las capturas suelen ser más bajas porque hacen mucha ruta en busca del bonito y gastan mucho combustible para encontrarlo", explica el gerente de ABSA, que destaca que en julio, agosto y septiembre se suele registrar el 80% de la costera.

La reducción en las descargas es patente en todas las lonjas gallegas a las que llega la especie. La de A Coruña, segunda que más recibe, vendió 28 toneladas, un 60% menos que en 2016 (casi 71) por 183.105 euros, un 48% menos que en 2016 (351.483 euros). El descenso en las descargas fue menor que en la facturación porque subió el precio medio, como en Burela.