La situación de la merluza en aguas ibéricas se antoja un misterio para los armadores gallegos que se dedican a su captura, que comprueban que se produjo un descenso de las descargas del 37% a pesar del aumento de stock. La especie parece que se mejoró su estado en el Cantábrico Noroeste y sin embargo los científicos siguen recomendando a la Comisión Europea una bajada de las cuotas. Esto llevó a que los desembarques de esta codiciada especie descendieran en España un 37% en una década. Y todo ello pese a que el stock muestra una notable mejoría.

El pasado curso, las descargas de merluza ibérica realizadas por barcos españoles ascendieron a 8.063 toneladas, casi un 20% más que hace un año, tal y como recoge el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) en su último advice (recomendación). Sin embargo, si se toma como referencia la última década, las descargas bajaron un 37,02%, ya que entonces fueron 12.802 las toneladas que llegaron a los puertos del país.

La mayoría de las capturas realizadas por buques de pabellón nacional el pasado año fueron de arrastreros (4.207 toneladas), seguidos de los barcos que usan enmalle (1.641), los pincheiros (1.305) y la pesca artesanal (909 toneladas), además de las 2.149 toneladas de merluza (un 80% más que hace una década) que se descartaron.

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Los científicos propusieron en la recomendación publicada por el ICES a principios de mes un drástico recorte en la cuota de un 18,6% respecto a la que se fijó para este año, con lo que se pasaría de 10.520 toneladas a 8.561. Según explicó entonces un representante de los armadores gallegos, la decisión es "una auténtica barbaridad".

Un gerente con 18 barcos en este caladero (cinco de ellos, en Portugal) indica que la decisión es incomprensible "al tener en cuenta datos" como la situación de la especie desde que entró en vigor el plan de recuperación de la merluza ibérica, en 2005. "Desde entonces la biomasa aumentó en un 250%", indican los armadores gallegos.

A esto cabe añadir que el informe emitido por el ICES refleja que, pese a que el stock está por encima del rendimiento máximo sostenible (RMS), la mortalidad por pesca baja y el reclutamiento se encuentra dentro de la media histórica.

A la propuesta del ICES para recortar el cupo de merluza le siguieron también otras que también suscitan la preocupación del sector. Así, en el caso del rape, especie de gran valor comercial, los expertos aconsejan que baje un 44,4%, hasta las 2.197 toneladas. Para el gallo, la situación es al revés. Tras haber disminuido la cuota para este año en un 15%, desde el ICES apuestan por un aumento del 20,7% para el próximo año, hasta las 1.399 toneladas.

El caso de la cigala, por el contrario, continúa suscitando la preocupación del sector. Los científicos recomiendan que la cuota siga siendo cero en las unidades funcionales que van desde Lisboa hasta el País Vasco. Mientras, de Lisboa al golfo de Cádiz, una zona en la que también faenan barcos gallegos, los científicos aconsejan aumentar un 8% la cuota, hasta 281 toneladas.