Reino Unido ha tomado un nuevo rumbo en las negociaciones sobre el futuro de la pesca en sus aguas una vez el país abandone la Unión Europea. Durante una reunión con la patronal pesquera danesa, el ministro de Medio Ambiente británico, Michael Gove, explicó que flotas de algunos países podrán continuar faenando allí tras el Brexit, pero solo "con nuestras condiciones y bajo nuestro control". La disposición de Londres ha indignado a los sectores políticos y sociales del país anglosajón partidarios de expulsar a los pesqueros de otros países. Galicia se juega el futuro de más de un centenar de pesqueros que trabajan en Gran Sol y Malvinas.

El que fuera considerado el rival de Theresa May (primera ministra del Reino Unido) para liderar a los tories se reunió la semana pasada con el responsable de la patronal pesquera danesa, Niels Wichmann. Según recoge el medio Finans, Michael Gove explicó que la flota británica no es capaz de capturar todas las posibilidades de pesca que ofrecen sus aguas, por lo que la flota danesa podrá seguir faenando allí una vez se consume el Brexit, en marzo de 2019. Consultado por la BBC más tarde, Wichmann concretó que el ministro británico "estaba siendo realista" y que habló de "otros países", sin concretar.

La noticia causó un gran revuelo entre los partidarios de abandonar la Unión Europea y prohibir el acceso de pesqueros extranjeros a aguas británicas. Recogida ampliamente por los medios de comunicación del país, la tormenta se centraba en la contradicción con lo prometido en campaña y con lo anunciado por el propio Gove hace solo un mes en una entrevista en televisión, en la que anunció que quería "recuperar el control" de las aguas británicas, además de anular el pacto pesquero de 1964 que permitía a Francia, Bélgica, Alemania, Irlanda y Holanda faenar en la zona entre las seis y doce millas.

El portavoz de pesca del partido independentista UKIP, Mike Hookem, criticó que el Gobierno no busca "recuperar nuestros caladeros", ya que su juicio Londres "tiene la intención de vender los ricos derechos pesqueros de Gran Bretaña a la UE post-Brexit". Bertie Armstrong, de la Federación de Pescadores de Escocia, indicó que las palabras de Gove son una "sorprendente revelación" sobre la idea de los tories para el sector, mientras que Stewart Stevenson, responsable de la federación, explicó que el ministro "debe dejar en claro de inmediato cuál es la verdadera posición del Gobierno británico sobre el futuro de la pesca".

De esta forma, el Ministerio de Medio Ambiente se vio obligado a aclarar la situación. "Abandonar la UE significa recuperar el control sobre nuestras aguas y, por primera vez en 50 años, podremos ofrecer acceso pesquero a otros países con nuestros términos y bajo nuestras condiciones", explicó un portavoz del departamento que dirige Gove, que también concretó que van a "asignar las cuotas sobre la base de lo que es científicamente sostenible", asegurando así tener "un medio ambiente marino y una industria pesquera rentable".

El holandés Gerard Van Balsfoort comentó que la Alianza Pesquera Europea (EUFA) que preside "está al tanto de estas declaraciones", que son consideradas "constructivas" y "bienvenidas" por parte de los armadores. La asociación, que está formada por la industria de nueve países (España, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Países Bajos, Polonia y Suecia), tiene entre sus principales reclamaciones el acceso recíproco a los caladeros y mercados, así como el mantenimiento de la estabilidad relativa -que rige desde hace más de 30 años el reparto de cuotas- y el manejo sostenible de los recursos.

Gerard Van Balsfoort, que se reunió en Vigo la semana pasada con la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), indicó que habrá que esperar a ver "cómo se traducen las palabras de Michael Gove en la posición de Reino Unido" en la negociación sobre pesca, en la que apela "al espíritu de colaboración" entre la UE y el país anglosajón. Solo España tiene unos 70 buques en Gran Sol y 40 en Malvinas, la gran mayoría gallegos.