El Gobierno consiguió reducir el 82% de la multa por sobrepesca de bonito del norte en que la flota española incurrió en 2016 hasta las 406 toneladas, frente a las 2.269,3 toneladas (un 15% del cupo) que la Comisión Europea impuso inicialmente. Los boniteros excedieron en 1.891 toneladas (casi un 13%) la cuota de la que disponían el año pasado (14.900 toneladas), por lo que según el reglamento europeo debían devolver 1,2 veces esta cantidad. Las negociaciones de España con el Ejecutivo comunitario y un intercambio con Portugal permitieron disminuir la sanción hasta las 400 toneladas, con lo que los buques nacionales dispondrán para esta costera de casi 14.574,7 toneladas.

La Administración española negoció en un primer momento la devolución de la cantidad excedida en tres partes iguales para los próximos tres años, lo que suponía para la flota una reducción de 756,4 toneladas anuales sobre su cuota, que quedaría en casi 14.224,7 toneladas para la actual campaña. Adicionalmente, la Secretaría General de Pesca pactó un intercambio con Portugal de 350 toneladas de bonito del norte que permitirá que la multa de este año se quede en 406,4 toneladas.

"Desde la Administración vamos a intentar obtener cuota adicional de bonito del norte que nos permita tener una costera tranquila", aseguró el subdirector general del Caladero Nacional, Aguas Comunitarias y Acuicultura, Rafael Centenera, en una circular remitida a las cofradías. El representante de Pesca indicó además que el consumo hasta la semana pasada no superaba las 5.000 toneladas, por lo que los buques españoles todavía disponen de 10.000 toneladas hasta el final de la campaña.

La flota bonitera nacional agotó el año pasado por primera vez el cupo de esta especie frente a campañas anteriores en las que "siempre se había dispuesto de remanente", según explicó por entonces el Ejecutivo, lo que convertía al bonito del norte en un recurso "excedentario" para realizar intercambios con Francia, Portugal, Reino Unido o Irlanda por otras especies que sí se suelen agotar, como rape o merluza. Muchos de los buques gallegos que se desplazaron para pescar esta especie, sin embargo, ya habían abandonado la costera a finales de agosto ante la escasez de capturas y atribuyeron el cierre en octubre y la sobrepesca a la flota de cebo vivo -mayoritariamente vasca-.

El gerente de la Asociación de Armadores de Burela (ABSA), Miguel Neira, indicó que este año menos barcos de la localidad se dedican a la costera debido a las malas cifras del año pasado y a la "difícil" convivencia con las flotas pelágicas. Hasta el cierre de julio, los centros de primera venta gallegos comercializaron un 14,5% menos de bonito (669,6 toneladas) que en 2016 e ingresaron 3.346.301 euros (un 0,62% más) debido al incremento del precio medio, que fue de 5 euros por kilo, según datos de la Consellería do Mar.