El Gobierno de España pedirá a la Unión Europea la elaboración de una "reglamentación más rigurosa" de las artes de arrastre pelágicas que evite la captura no selectiva de algunas especies como el bonito, según el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo. El representante de la Administración mostró ayer su apoyo a las quejas de los pescadores gallegos, que critican el uso de estas redes que hacen las flotas francesas e irlandesas y que están prohibidas en España, donde el bonito se captura con anzuelo.

López-Asenjo abogó por "darle una vuelta" a la normativa europea para evitar que se capturen pescados pequeños que se tiran por la borda por no dar la talla. "El nivel de selectividad de estas artes es espantoso pero a día de hoy son legales, por lo que hay que romper la dinámica perversa de pescar para devolver al mar ejemplares muertos", destacó el secretario general de Pesca.

Precisamente, la flota del Cantábrico denunció que los arrastreros pelágicos de Francia e Irlanda comercializan el bonito que capturan en lonjas gallegas y vascas "sin impedimento" de los inspectores pesqueros. Los marineros indican que los productos que venden estas embarcaciones son de "peor calidad" que los que pescan con artes tradicionales los barcos españoles ya que la red daña el pescado.

Los boniteros lamentan desde hace años la presencia de los buques franceses e irlandeses en aguas del Cantábrico y los acusan de usar el radar para saber donde está la especie y esquilmar el recurso cuando los buques nacionales descansan por la noche o abandonan la zona. Representantes del sector denunciaron a finales del mes pasado la actividad ilegal de al menos cinco buques boniteros de Francia a menos de doce millas de la costa del Cantábrico Noroeste.

Alberto López-Asenjo participó ayer en la Feria de Muestras de Gijón, donde explicó los puntos fundamentales del crecimiento azul y destacó la importancia de gestionar la actividad pesquera de forma sostenible. El representante del Gobierno abogó por luchar contra las malas prácticas como la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (Indnr, por sus siglas en inglés) e incidió en la importancia de cooperar entre los países para favorecer la seguridad alimentaria y la ordenación sostenible de los recursos acuáticos.

El Instituto Español de Oceanografía, el Puerto de Vigo y el Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) participaron en el encuentro y apostaron por el crecimiento azul como oportunidad económica y social para la sociedad de mañana, según el Ministerio de Pesca.