La Xunta aprobó en 2016 la puesta en marcha del proyecto Valober.GAL, que solicitó la cofradía de Noia para dotar al berberecho gallego ( Cerastoderma edule) de una "identidad propia y diferenciada" en el mercado mediante un marcador de su origen geográfico. Esta distinción podría derivar en el futuro en la consecución de la Denominación de Origen Protegida (DOP) para este molusco de las rías gallegas, de forma que dejen de comercializarse productos procedentes del sur de Europa (Francia o Portugal) como gallegos.

El investigador del Laboratorio de Sistemática Molecular del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidade de Santiago, Javier Quinteiro, presentará el 10 de octubre en el ForoAcui (Foro dos Recursos Mariños e da Acuicultura das Rías Galegas) en A Toxa (Pontevedra) los avances de un estudio en la materia. Según Quinteiro, un organismo requiere aislamiento para diferenciarse genéticamente, lo que no ocurre entre las zonas de cultivo del sur de Europa, que sí varían respecto a las del norte (Holanda o Escocia).

Los científicos trabajan ahora en el desarrollo de una técnica que permita distinguir posiciones nucleótidas (en el genoma del núcleo de las células) asociadas a zonas geográficas y pretenden continuar en 2018 -año en que termina el proyecto- con el análisis del microbioma (genes que codifican para las bacterias que un organismo tiene en su interior) para determinar el de los gallegos.