España realizó el año pasado 1.673 controles a mercantes de otras nacionalidades que pasaron por sus puertos, un 2,5% menos que en 2015, cuando inspeccionó 1.716 buques en el marco del Memorando de París (MOU, por sus siglas en inglés), pero, pese a ello, detuvo a más buques que un año antes por las deficiencias que presentaban, que limitaban su navegación en condiciones de seguridad. Unos datos que apuntan al empeoramiento de las condiciones de la flota mercante mundial.

El Memorando de París establece las directrices para que los estados rectores de cada puerto realicen controles y se logre sacar de los mares las embarcaciones subestándar -que no cumplen con la normativa de navegación de su estado, por los equipos de los que disponen o por la poca formación de la tripulación-. Pese al descenso en el número de barcos examinados, las retenciones en puerto aumentaron casi un 31%, hasta las 68, frente a las 52 detenciones realizadas en 2015 por suponer un riesgo para la navegación.

Ese descenso de las inspecciones realizadas por España no impide, sin embargo, que el país siga como el que más controles realiza de los 27 firmantes del MOU de París. Los puertos españoles registraron el 9,38% de las revisiones en 2016 (a 17.840 mercantes), frente al 9,61% de 2015, con 17.858 barcos supervisados. Esta situación se produce porque en el conjunto de los países firmantes del memorando caen año a año los controles en los puertos, hasta el punto de que 2016 fue el ejercicio con menos registros de la serie histórica del organismo, que comienza en 2006.

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Según el informe anual del Memorando de París, casi el 52,4% de los buques inspeccionados en España tenía alguna deficiencia, como corrosión o deformaciones del casco o de la cubierta; averías en los sistemas de comunicación; o ausencia de medios contra incendios y de salvamento o un mal mantenimiento si los tienen, entre otras. Esto supone una reducción respecto a 2015 (54%), aunque es ligeramente superior a la media de los estados miembros (52%). Rusia es el país que halló más deficiencias, en el 74% de las 1.186 inspecciones realizadas en 2016. Mientras, Finlandia tiene el porcentaje más bajo, el 15,7% de 274 revisiones. Rusia también fue el país que más buques retuvo (128).

Italia, al igual que el año pasado, fue el segundo estado que más controles realizó en sus puertos con 1.430 (8%), seguido de Reino Unido (1.353, el 7,6%) y Holanda (1.263 controles, el 7% del total). Por contra, Islandia (65, el 0,36%) Eslovenia (131, el 0,73%) y Chipre (147, el 0,82%) son los países con menos actividad inspectora.

El informe también recoge la cantidad de mercantes controlados por países de abanderamiento. Casi 50 de los 17.840 controlados el año pasado tenían bandera española y el 42% (20) presentaban algún tipo de deficiencia. Uno de ellos incluso fue retenido en puerto.

Mientras, los buques panameños fueron los que más inspecciones sufrieron (1.992) y más de la mitad (1.133) presentaba alguna irregularidad. Malta, con 1.534 mercantes, Liberia, con 1.390, y las islas Marshall, con 1.335, son los siguientes países con más unidades revisadas.

La proporción de detenciones sobre las inspecciones sufridas en los últimos tres años determina la calidad de las flotas de cada país. España entró en 2015 en la Lista Blanca -la de los buques más fiables- y, según el informe, "parece haberse estabilizado" en ella.