Las bateas de mejillones gallegas ya tienen autorización para disponer de balizamientos que eviten los accidentes marítimos en las rías, tal y como prometió la Xunta en 2015. Puertos del Estado aprobó recientemente la propuesta de mejora de estos sistemas en los accesos a los puertos de la comunidad tras una reunión de la Comisión de Faros el pasado junio. Portos de Galicia tendrá que redactar ahora un proyecto antes de su ejecución, que tiene un plazo de tres años.

El siniestro del cerquero Nuevo Marcos el pasado mes de abril aceleró los trámites para aprobar la instalación de estos sistemas en las bateas, que se había estancado. En ese accidente marítimo, el pesquero chocó de madrugada contra una batea y tres de sus cinco tripulantes perdieron la vida. El suceso conmocionó a la comunidad y reactivó el debate sobre el balizamiento de los polígonos mejilloneros y de las instalaciones que los integran.

Portos de Galicia ya había anunciado en 2015 el plan, que incluiría la instalación de 98 nuevas señales marítimas en las costas gallegas. Tras el accidente, la Consellería do Mar indicó que a partir de junio tendría el visto bueno de Puertos del Estado, pero la autorización no llegó hasta hace unos días. La reunión de la Comisión de Faros del pasado junio centró esta materia y pese a que en su momento se indicó que el plazo de ejecución para la instalación de las balizas sería de solo dos años, finalmente será de tres.

Ahora Portos de Galicia tendrá que redactar el correspondiente proyecto de ejecución en el que se definirán todos los elementos a instalar, así como su tipo, tamaño, características de las boyas y equipos luminosos, líneas de fondeo, lastres, ubicaciones exactas, importe, etc. El ente público autonómico ya ha anunciado que, "con el fin de minorar los tiempos y evitar la demora del proceso", la redacción del proyecto está en marcha. "En cuanto esté rematado, será remitido a la correspondientes autoridades portuarias para que sea emitido el informe previo a la entrada en servicio de la señalización", aclararon fuentes de Portos de Galicia.

El accidente del Nuevo Marcos se produjo cuando la embarcación se dirigía desde el puerto de Marín hacia Combarro, después de descargar sus capturas. La embarcación, de madera y de 11,7 metros de eslora, impactó durante el trayecto contra una de las plataformas cerca de la isla de Tambo sobre las 4.00 horas de la madrugada. De los cinco tripulantes que iban a bordo sólo dos pudieron salvar la vida, uno de ellos tras nadar hora y media hasta la costa, donde alertó del siniestro. El otro superviviente pudo subirse a una batea. Mientras, los cuerpos de los tres fallecidos fueron encontrados ese mismo día.

Este tipo de accidentes han sido frecuentes en los último años aunque la mayoría sin consecuencias. Sin ir más lejos, el mes pasado un yate impactó contra una batea frente a una playa de Cangas (Pontevedra) y sus dos ocupantes fueron rescatados.