- Dice que hay que acabar con los descartes y realizó un documental sobre esa situación. ¿En qué punto está ahora?

-Creemos que es una ola y como tal hay que dejarla que siga su curso. Estamos convencidos de que es algo que tarde o temprano va a ser útil para todos. Cuando trato este tema con españoles, se ve que pasaron por algo parecido a lo que nos va a pasar: después de desperdiciarlo todo, empezar a valorar lo que cuesta tener. Las cosas que se hicieron mal no beneficiaron a nadie.

- Es curioso que esta iniciativa de acabar con los descartes parta del sector.

-Tiene su explicación. A nosotros, los marineros, nos supone el mismo trabajo traer una especie que otra. Sería ideal que todo lo que entre en la red y sea alimento se pueda traer. Entendemos que el coste de las mareas sería menor, porque volveríamos antes, y sería más beneficioso porque se podrían hacer más viajes de acuerdo a la cuota existente. El descarte cero es positivo en todos los sentidos.

- ¿Cuál es el problema entonces?

-Que el Estado es el que tiene que procesar ese producto que no es de atracción para el sector privado. Hay que sentarse y echar números. Los empresarios piden beneficios. Como en el caso del combustible, tenerlo más barato, o bajar la carga impositiva. Pero ¿a cambio de qué? Pues a cambio de traer todo aquello que alimente.