La Guardia Civil desarticuló una organización que se dedicaba presuntamente a modificar la fecha de caducidad y a reetiquetar las conservas para prolongarlas hasta 10 años. Los agentes, que desarrollaron la operación en Navarra, Palencia, Valencia, Murcia, La Rioja y Cantabria, averiguaron que había una única persona como administradora de la empresa y que tenía a su nombre ocho sociedades más. La investigación terminó con nueve personas detenidas, tres registros practicados y la incautación de 3.744 latas de mejillón, 4.500 de ventresca, 500 de sardina y 10.000 latas de atún. Los agentes también constataron la existencia de más de 500 transferencias internacionales a paraísos fiscales.