La centolla volvió ayer a las lonjas, principalmente del sur de Galicia, y el sector está satisfecho con los resultados de la primera jornada de actividad. La flota habla de abundancia, ya que prácticamente todas las embarcaciones alcanzaron los topes establecidos, de 35 kilos por barco y día de faena, más 35 kilos diarios por cada tripulante enrolado a bordo.

Pero la abundancia del recurso no presionó demasiado a la baja su cotización en lonja. Los precios alcanzados en primera venta son similares a los del año pasado, cuando el "rey de los mariscos" escaseó. El precio máximo en algunos centros de subastas gallegos alcanzó los 24,5 euros el kilo por la buena calidad del producto.