La Guardia Civil decomisó en Sada (A Coruña) siete toneladas de sardina, cuya captura está prohibida tras agotarse la cuota asignada por España y Portugal para este año en aguas ibéricas. El Servicio Marítimo del Instituto Armado detectó un buque con 388 cajas de sardina, con un peso inicial de 7.005 kilos que finalmente quedó en uno neto de 6.367 kilos.

Los agentes vieron que las cajas eran descargadas a gran velocidad y comprobaron su contenido, de una especie cuya captura está prohibida en la actualidad en aguas ibéricas, mientras que observaron también actividad irregular de un segundo buque, cuya estabilidad quedó comprometida por el peso.

El primero fue denunciado por realizar pesca extractiva de especies cuya captura se encuentra prohibida, no enviar notificaciones de fin de la actividad pesquera, entrada a puerto, descarga de capturas y salida de puerto y, además, por descargar directamente en un camión con matrícula portuguesa sin realizar el pesaje previo, de carácter obligatorio.

Segunda infracción

El segundo pesquero fue denunciado por la descarga directa y la empresa encargada de recibir las capturas, por la expedición y presentación de documentación falsificada al amparar el transporte del pescado, pues el origen escrito era el puerto de Ondarroa (Vizcaya) y el destino era Matosinhos (Portugal).

La Guardia Civil también denunció a una asociación de pescadores por permitir la descarga y comercialización de especies de captura prohibida y no realizar el pesaje, al permitir la descarga directa a un camión.

El patrón mayor de Sada, Andrés García, detalló que los hechos no se produjeron en la lonja, que gestiona la cofradía, y defendió que lo ocurrido no tiene nada que ver con la entidad que dirige. "Es totalmente ajeno a nosotros", sentenció el portavoz del pósito sadense y también de la principal organización de cerqueros de Galicia, Acerga.