Los mariscadores que trabajan en el banco de As Pías (Ferrol) pueden comercializar desde la semana pasada todo el producto que extraen sin tener que llevarlo previamente a las bateas de reinstalación de marisco como consecuencia de que el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) acaba de reclasificar la zona como B, con lo que está autorizada la venta del producto depurado en fresco. Los últimos doce años el banco estuvo calificado como C (con contaminación por coliformes) lo que impedía la venta del producto extraído de esta zona sin pasar por un proceso intensivo de depuración o su cocción. El sector, sin embargo, lamenta que la presencia de los furtivos frustra las buenas capturas que solía haber de almeja japónica y babosa en el banco de As Pías. Además, el biólogo de la Confraría de Pescadores de Barallobre, Joam Ferreiro, asegura que aún es necesario recuperar tanto la capacidad productiva de la ría de Ferrol como el aspecto medioambiental, lo que favorecerá que regresen a la zona especies que ya no están debido a que las condiciones del área dificultaban su supervivencia.

"Los furtivos se llevan mucha almeja y la extraen incluso a flote. No contábamos con que viniesen con tanta intensidad", lamenta el patrón mayor del pósito de Barallobre, Carlos Rey, que asegura que a diario decenas de personas recogen el marisco de forma ilegal "y algunos se llevan hasta medio centenar de kilos". "No quiero imaginarme cómo será el fin de semana y durante la noche", añade Rey, que aclara que el pósito cuenta con dos guardapescas pero que no logran cubrir la carga de trabajo que supone la mayor incidencia del furtivismo en la ría. Algo que la cofradía ya notificó a la Administración.

Los mariscadores recogen los topes de babosa (8 kilos) y japónica (7 kilos) o se acercan a ellos, pero están muy lejos de lograr los de fina (4 kilos), algo que ya esperaban por los muestreos previos. El líder del pósito de Barallobre lamenta, sin embargo, que los precios de comercialización tampoco acompañan y apunta al producto "procedente de Portugal" como la causa. Asegura que llega a las depuradoras de Galicia y se vende "como gallego". Por ello, pide un mayor control del marisco que llega del exterior. La babosa, según Rey, se comercializa a entre 10 y 11 euros por kilo, aunque espera que de cara a Navidad su cotización llegue a 18 euros.

El biólogo de la cofradía explica que otras especies, como el berberecho y la ostra, no se podían vender desde 2006 y lamenta que el año pasado hubo mucha cantidad del primero, "que se murió en el banco de As Pías". "Ahora está permitida su venta pero ya no hay porque es una especie que varía mucho de un año para otro", detalla Ferreiro.

"La mejor clasificación implica un cambio de comercialización, no de producción", asegura el biólogo del pósito, que indica que la productividad del banco de As Pías está al 50% debido a que la otra mitad está "sepultada" por los lodos. Ferreiro explica que se van a producir vertidos esporádicos pero que, al no ser continuados, el lodo no se va a acumular, aunque destaca que el "daño" que se hizo a la zona no se recupera con el cambio de zona C a zona B y que es necesario acometer otras actuaciones, como un estudio "a fondo" de la ría y el dragado en algunas áreas.

El marisco que se extrae de una zona clasificada como C debe pasar por una batea de reinstalación para su depuración durante alrededor de dos semanas, con lo que el producto "sufre" y su índice de mortalidad aumenta (debido al tiempo que pasan en las instalaciones y al trayecto de ida y vuelta a los pósitos) al tiempo que se devalúa. "La cofradía tiene menos pérdidas y los compradores pagan mejor el producto", explica el biólogo del pósito de Barallobre sobre las ventajas de poder comercializar el marisco en fresco.

Las bateas de la ría de Ferrol están operativas desde 2012 y, según Ferreiro, tras el cambio del banco de As Pías a zona B no dejarán de funcionar puesto que la zona de A Malata aún está clasificada como C y también envían marisco a ellas los pósitos de Miño y Corcubión. Además, en la ría ferrolana hay dos zonas sin clasificar y una cerrada.

El biólogo y el patrón mayor de Barallobre aseguran que no está previsto elevar el número de permisos de explotación marisquera en la zona -decisión pactada con la patrona mayor de Ferrol, Isabel Maroño- mientras no mejore la situación de la ría pese a las declaraciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, a favor de aumentarlos, cuando anunciaron el cambio de clasificación. "Hay que recuperar las zonas y la capacidad productiva para contratar a más gente", explica Ferreiro. "A algunos ya les cuesta vivir así. Hasta que la ría se recupere, no aumentarán los permex", concluye Rey.