La planta de eviscerado de vieira de la ría de Ferrol ya está lista después de un año de obras y los mariscadores ferrolanos podrán llevar a esta nueva instalación su producto para extraerle el hepatopáncreas y eliminar así la toxina amnésica (ASP) de cara a su comercialización. La construcción de esta planta, la tercera de este tipo en Galicia y denominada Vieiras de Ferrol, es una iniciativa de los trabajadores de la zona, que quieren evitar con ella el pago de "un dineral" por eviscerar el bivalvo en otras instalaciones y poder desarrollar su actividad con normalidad.

El representante de la campaña de vieira de la Confraría de Pescadores de Ferrol y uno de los promotores de la evisceradora, Jaime Gabarri, asegura que en el periodo de extracción que empieza en mayo ya será posible llevar el marisco a esta instalación, con una superficie de casi 300 metros cuadrados y con una inversión de alrededor de 600.000 euros. Los impulsores del proyecto lograron financiación bancaria y solicitaron una ayuda a la Unión Europea, de la que tienen aprobada una parte -alrededor de 200.000 euros-. "La planta no está pensada para amortizarla en cuatro días, sino a largo plazo y para que nos permita hacer buenas campañas y eviscerar alrededor de dos toneladas diarias", indica Gabarri.

Retrasos en la construcción

El objetivo de los promotores era que la planta estuviese lista para poder eviscerar vieira al menos "la primera quincena de agosto", pero no fue posible. Según el representante de la campaña de este bivalvo, los retrasos fueron los propios de una obra de este tipo, provocados por constructor, arquitecto, aparejador..., pero la Consellería do Mar, aclara, les facilitó "muchísimo" las cosas. "La Xunta está por la labor de ayudar, de que se hagan cosas nuevas", afirma Gabarri, que indica que ya solo falta por adecuar la explanada para los camiones.

Los mariscadores pretenden con la nave evitar interrupciones en su actividad y pérdidas económicas derivadas de factores externos. Los trabajadores ferrolanos no pudieron extraer ni vender vieira tanto este año como el pasado por problemas para eviscerar el recurso. Entre 2012 y 2014 tuvieron un acuerdo con Ameixa de Carril, que evisceraba las vieiras a cambio del 33% del producto tratado, pero el pacto se rompió cuando los arousanos aseguraron que su trabajo con el mejillón les impedía tratar las vieiras. Mariscos Veiro, vinculada al Porto de Cambados, les evisceró el producto en 2015 pero no lo hizo los siguientes y el patrón mayor del pósito del municipio pontevedrés, Roberto Costa, argumentó en ese momento que no tenían la obligación de aceptar el producto de Ferrol para tratarlo.

El proceso para retirar la toxina amnésica de las vieiras es necesario porque su presencia puede provocar la intoxicación del consumidor. En los casos leves, los síntomas son similares a los de una gastroenteritis -náuseas, vómitos, dolores abdominales...- y entre los más graves están la pérdida de memoria, la somnolencia, el debilitamiento o el vértigo, aunque puede llegar a ser mortal según la dosis ingerida.