La lonja de A Coruña logró el año pasado su segundo mayor registro histórico en cuanto a subastas de productos del mar (la estadística se remonta a 1997) al comercializar más de 47.500 toneladas, un volumen sólo superado en 2014. Los bajos precios medios obtenidos por el pescado y el marisco comercializado, sin embargo, impidieron que el balance en cuanto a facturación fuese también histórico, al sumar unos ingresos de 77 millones de euros, cifra superada en numerosas ocasiones en los últimos años. El pescado y el marisco que desembarcaron los buques en el puerto coruñés se vendió en 2017 a una media de 1,62 euros el kilo, lo que supone la cifra más baja desde que la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar, recoge los precios de venta (2001). El presidente de la lonja coruñesa, Juan Carlos Corrás, explica que esto se debe a que las especies pelágicas, con un valor comercial bajo, son las más subastadas. Estima que alrededor de 35.000 toneladas de las 47.501 que se vendieron en A Coruña eran de recursos de este tipo.

El centro de primera venta, sin embargo, mejoró las cifras de descargas y de ingresos respecto a 2016. Según los datos de la Xunta, la cantidad de productos subastados aumentó un 18,5%, hasta las 47.501 toneladas (40.073,8 hace dos años), y la facturación por su venta supuso un 0,76% más, al superar ligeramente los 77 millones de euros en 2017, frente a los 76,5 del ejercicio anterior. "Fue un año positivo porque seguimos sumando toneladas, alrededor de 7.500 más que en 2016, y en facturación la cifra fue muy similar al año anterior", valora el directivo de la lonja coruñesa. El precio medio, sin embargo, se redujo un 15%, hasta esos 1,62 euros el kilo, frente a los 1,91 euros alcanzados en 2016, también muy lejos de la media más alta de serie histórica: los 3,49 euros el kilo de 2007.

"Fue una campaña sensacional de cabalón [xarda pintada, el primer recurso en descargas en 2017]. Pasamos de comercializar 6.518 toneladas en 2016 a 13.700 el año pasado", explica Corrás, lo que significa que las subastas fueron más del doble (110%) mientras que los ingresos aumentaron un 57,7% (5,56 millones de euros el último ejercicio). El representante de la lonja también resalta el incremento de ventas de bacaladilla, la segunda especie que más descargaron los buques en la lonja coruñesa, con 8.836 toneladas -2.750 más (+45%) que en 2016- y también la segunda en cuanto a facturación, con más de seis millones de euros (un 25% más que el año anterior). Otras especies de pelágicos que incrementaron su presencia en el centro de primera venta de la ciudad coruñesa fueron la xarda (2.774 toneladas y 2,6 millones facturados, un 58,6% y un 39% más, respectivamente, que las 1.748,7 toneladas y 1,9 millones del 2016) o la sardina, de la que se superaron las 1.000 toneladas en descargas (un 15% más que hace dos años) por 1,9 millones, un 41,7% más que los 1,35 millones de 2016. El jurel fue el tercer recurso con más desembarques en 2017, con 5.550 toneladas por casi 5,1 millones, lo que supone un incremento respecto a 2016 del 2% en descargas y del 18% en facturación (5.438,8 toneladas por 4,3 millones hace dos ejercicios).

Corrás explica que en las subastas de merluza, la especie más importante en ingresos de la lonja debido a su alto valor comercial y a la elevada cantidad que se vende, se notó la bajada en las cuotas acordadas en Bruselas. "No se puede vender un producto si no se puede pescar", lamenta el representante del centro de primera venta coruñés. El año pasado los barcos descargaron un 12% menos de merluza (5.535 toneladas, frente a las 6.312 de 2016), que se subastó por 21,12 millones (un 5,4% menos), con lo que es la cuarta especie en desembarques y la primera en facturación.

El reparto de cuotas

"Para 2018 intentaremos mejorar las cifras, con el inconveniente del descenso en los cupos establecido por Bruselas en la merluza", señala Corrás, que destaca que el sector tampoco entiende por qué se reducen las posibilidades de pesca de la caballa al considerar que la situación de la especie en el caladero es "bastante buena" y que hay suficiente biomasa para elevarlas.

El presidente de la lonja considera que el stock de jurel de la zona VIIIc (de Fisterra al golfo de Vizcaya) y de la IXa (de Fisterra al golfo de Cádiz) debería unificarse, algo que la flota gallega reclamó "en varias ocasiones", y recuerda que para este ejercicio Bruselas bajó el cupo en la zona IXa y lo subió en la VIIIc, "al revés que el año pasado".

Mientras, la pesca de cigala, "fundamental para la lonja", está prohibida en el caladero Cantábrico Noroeste y el centro de primera venta suplió este veto con las descargas de los barcos de Gran Sol y la cuota permitida para la realización de campañas científicas. "Estamos esperando la respuesta de la Secretaría General de Pesca sobre la solicitud de una cuota de 24 toneladas para desarrollar este año una campaña científica para recuperar esta pesquería con valor comercial, estratégico", explica Corrás.