El calamar gigante que apareció el 7 de octubre de 2016 nadando en las proximidades del puerto de Bares (A Coruña), y que murió horas después tras varar en una playa, llegó a la costa "desorientado" y herido como consecuencia de "una lucha" contra un ejemplar de su misma especie de mayor tamaño. Según la necropsia que los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicaron en la revista Ecology, las corrientes pudieron arrastrarlo hasta la costa debido a su "mermada" capacidad de movimiento.