La conselleira do Mar, Rosa Quintana, lamentó ayer que en los últimos años la Comisión Europea está atendiendo demasiado los criterios ambientalistas para proteger caladeros, por encima de los criterios de empleo. "La Comisión Europa va cada vez más a un tinte más ambientalista. Eso es complicado para la gestión de una actividad económica", advirtió ayer en una entrevista en la Radio Galega, en la que recordó que Galicia y España defendieron en el momento de la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) "poner al mismo nivel los aspectos ambiental, social y económico", algo que se incumple.

"Poco importa tener los caladeros en Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) en 2020 si por el camino se pierde el sector pesquero. Las medidas deben conducir a mantener los caladeros en la mejor situación ambiental, pero también a mantener la actividad del sector pesquero", señaló Quintana.

La conselleira do Mar puso como ejemplo la propuesta conjunta de España y Portugal para gestionar la sardina. "Los científicos dicen que, si paralizamos totalmente la actividad de la pesca de la sardina, en el año 2023 tendremos el caladero en perfecto estado, pero el sector destruido", censuró Quintana, que apuesta por "mantener la actividad económica, la explotación del recurso y recuperar el caladero".