La Guardia Civil decomisó ayer por la mañana 301 kilos de pescado y más de 13 kilos de moluscos en un control realizado en las inmediaciones de la lonja de A Coruña a varios vehículos que transportaban la mercancía con documentación que, según los agentes, no cumplía con los requisitos de trazabilidad establecidos por ley. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil de la provincia de A Coruña y la Sección Fiscal Muelle de Garas (también del Instituto Armado) realizaron un operativo conjunto en el que denunciaron a cuatro minoristas y les decomisaron los productos que transportaban porque, según recogieron al menos en una de las actas, los albaranes y el número de lote no se correspondían con el etiquetaje. El pescado -la cifra facilitada por la Guardia Civil y los afectados no coincide- fue entregado al Banco de Alimentos Botana y los moluscos, destruidos.

"Fue una acción externa a la lonja realizada a la salida de los muelles para controlar los camiones y la documentación", explicó el presidente del centro de primera venta coruñés, Juan Carlos Corrás.

El responsable de la pescadería Peixegato, de Carballo, Javier Varela, fue uno de los denunciados por la Guardia Civil y aseguró que lo ocurrido es consecuencia del "descontrol" y la "desinformación" que existe. "Cogí el documento oficial, que lleva el albarán con el número de lote, el peso, etc., y [los agentes] me dijeron que no servía, tras lo que me decomisaron la mercancía", lamenta Varela, que entregó alrededor de 160 kilos de diferentes especies, entre ellas merluza (33 kilos), jurel (14) y abadejo (12,2).

Otro de los afectados, el propietario de Pescados Dito, en Fisterra, Eduardo López, aseguró que la Guardia Civil le requisó tanto del pescado que había adquirido ayer en la lonja coruñesa (unos 100 kilos) como del que compró el lunes en la de Fisterra (alrededor de 200 kilos, por un valor superior a 1.000 euros, según López), en este último caso por "no corresponderse las etiquetas con la guía y estar mal el albarán". "Me pararon otras veces en Vimianzo, Cee o Baio y siempre me sirvieron estos albaranes y estas guías", alegó el gerente de Pescados Dito, que indica que "cada compra" que realiza está "debidamente" justificada con numeración, nombre del barco, vendedor y kilos de cada producto. "Todo el pescado [lubina, abadejo y merluza, entre otras especies] tenía la documentación y no estaba en veda ni era de talla antireglamentaria", insistió López.

Los pescaderos denuncian que la emisión de los documentos no es su responsabilidad, sino de quien les vende la mercancía, y que estos "errores burocráticos" perjudican sobre todo a minoristas y transportistas. Corrás explica que el albarán lo entrega "el que vende al que compra" y que es diferente a la denominada guía, que es el documento de transporte que expiden las lonjas y las terminales Ticpesc y que sirve para poder transportar los productos antes de su subasta.