La flota gallega que faena en aguas de Malvinas (Falkland Islands) inició ayer la campaña de calamar ( Loligo) en el caladero al sur de las islas, donde espera que no se repitan "los incidentes del año pasado" con los leones marinos. Algunos de estos animales murieron por pesca accidental, lo que llevó a cerrar el área más prolífica durante la segunda parte de la temporada.

Los barcos estuvieron fondeados el fin de semana en la capital, Stanley, hasta que recibieron las licencias solicitadas y el visto bueno por parte del Gobierno isleño para comenzar a trabajar. Los buques poteros ( Illex argentinus) asiáticos -con alrededor de 105 licencias- ya pescan desde hace unos días hacia el norte y la flota gallega hizo lo propio ayer en el sur. Los barcos llevan a bordo el sistema ideado por el capitán del arrastrero Golden Chicha, Pablo Fernández, que consiste en una rejilla que evita la mortalidad por captura accidental de leones marinos.

El año pasado la flota gallega capturó 63.500 toneladas de calamar, un 36,7% más que en 2016. Este mes, los buques podrán utilizar un nuevo puerto tras el acuerdo del Gobierno con la petrolera Premier Oil para el uso de sus instalaciones.