La Federación Galega de Confrarías de Pescadores exige al Gobierno que no use el 2% de la cuota de raya reservada para compensar una posible sobrepesca en intercambios de cupo con otros estados miembros para obtener recursos en las zonas VIIIc (de Fisterra al golfo de Vizcaya) y IXa (de Fisterra al golfo de Cádiz), tal y como establece la resolución en la que se recogen las medidas de gestión para la especie. Los pósitos alegan que la cuota para 2018 (1.337 toneladas) "ya es insuficiente de por sí", y que es "muy necesaria" para que las flotas del Cantábrico pesquen todo el año.

Las cofradías también se muestran contrarias a que se incluya una consideración especial al palangre (dirigido y no dirigido) y aseguran desconocer el por qué de esta distinción en el reglamento, que no estaba incluida en la propuesta inicial que consensuaron las flotas del caladero Cantábrico Noroeste.

El documento, que suscriben la asociación Pescagalicia-Arpega- O Barco, la OPP-31 Pescagalicia, la Cooperativa de Armadores Santa Eulalia de Ribeira, la OPP-Lugo, las tres federaciones provinciales gallegas y las de Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa, no fue el único que el sector de la comunidad secundó para solicitar modificaciones en un reglamento. La federación gallega elaboró alegaciones al proyecto de real decreto que regula las actividades de buceo en aguas marítimas españolas y que excluye a la apnea como técnica básica.

La flota exige que se permita el buceo en apnea para la extracción de recursos marinos vivos y la agrupación de embarcaciones con menos de tres miembros para cumplir con la normativa, así como la inclusión de una cláusula que faculte a la Capitanía Marítima a autorizar el nombramiento de un jefe de equipo para estos grupos de barcos. La federación pide que la profundidad máxima en la extracción en apnea sea de siete metros para aumentar la seguridad y a pesar de que la titulación la permite hasta diez metros.