Las subastas de algas en las lonjas gallegas descendieron un 13,4% el año pasado, hasta las 363,74 toneladas, frente a las 420 que comercializaron los centros de primera venta de la comunidad en 2016. Los ingresos, sin embargo, aumentaron ligeramente, hasta los 243.954 euros, un 0,3% más que el ejercicio anterior (243.219 euros). El descenso en la cantidad se produjo fundamentalmente como consecuencia de la disminución de las descargas de dos especies principales, el argazo y la correa, y a pesar de la subida en las ventas del golfo. Las variedades de algas que los recolectores comercializaron también aumentaron respecto a 2016.

El golfo fue la especie más vendida el año pasado, con 151,13 toneladas (+40%) por 123.627 euros (+41%), frente a las 107,75 toneladas y 87.648 euros del ejercicio anterior. El argazo, del que se subastaron un 57% menos de toneladas en 2017 (70,86, frente a 166,4 un año antes) fue el segundo recurso en cantidad subastada en Galicia y supuso unos ingresos en las lonjas de 32.889 euros, un 65,6% menos que en 2016, con 75.709 euros.

Mientras, las lonjas comercializaron casi 67 toneladas de correa el año pasado, un 43% menos que el anterior (117,7), por 35.508 euros, lo que supuso un descenso en los ingresos del 40,6% respecto a 2016 (59.778 euros). Las algas verdes fueron el cuarto recurso del que más cantidad se vendió en los centros de primera venta gallegos en 2017, con 39,67 toneladas (-41%) por 36.247 euros (+80,5%), frente a las 28 toneladas, por 20.083,9 euros, de un año antes.

El año pasado, a diferencia de 2016, se subastaron también algas rojas (28 toneladas, por 8.656,8 euros), fideo de mar (6,68 toneladas por 6.624,9 euros) y argazo bravo (0,4 toneladas por 400 euros).

El precio medio de venta de las diferentes especies de algas en las lonjas gallegas no superó en 2017 el euro por kilo. El argazo bravo fue el más cotizado, justo a un euro el kilo de media, seguido del fideo de mar, a 0,99 euros el kilo, y las algas verdes, a 0,91 euros.

Las autorizadas

La Consellería do Mar aprobó para este año 23 planes de explotación para las algas como recursos específicos. Cinco de ellos corresponden a empresas, las coruñesas Portomuíños y Mar de Ardora y las pontevedresas Ceamsa, Algamar y HQ Seaweed SL. Los restantes a seis cofradías coruñesas y once de Pontevedra y otro para la profesional María Carmen Sánchez Sánchez, de A Coruña.

Portomuíños, con sede en Cerceda, tiene autorización para extraer algas 180 días al año como máximo y permex para 15 personas, que pueden recoger 200 kilos diarios cada una entre todas las especies. Mar de Ardora, de Ortigueira, está autorizada a extraer algas 100 días al año y tiene permisos para tres personas, que pueden incrementarse hasta las seis de forma ocasional.

La firma de O Porriño, Ceamsa, tiene establecidos como días máximos de extracción 96 y cada persona puede recoger 200 kilos en marzo y 300 kilos entre abril y octubre para el conjunto de las especies. El plan aprobado para la otra compañía pontevedresa, Algamar, establece que la firma puede extraer algas todo el año con un máximo de 180 días, con un límite de peso de 500 kilos (si los recursos están húmedos) y 50 kilos si las especies están secas.

La Consellería do Mar aprobó también en la provincia coruñesa los planes de explotación de las cofradías de A Coruña-Sada, Camelle (Camariñas), Corcubión, Fisterra, Muros y O Pindo (Carnota). Las lonjas de Camelle, Fisterra y Muros -las únicas coruñesas de las que hay datos- comercializaron el año pasado el 17% (63,15 toneladas) de todas las algas desembarcadas en Galicia, por 28.480 euros, lo que supuso el 11,7% de la facturación en la comunidad.