Los registros realizados a lo largo de la semana en una veintena de depuradoras, conserveras y una empresa de artes gráficas de Galicia y Santander respondieron a una comisión rogatoria de la Fiscalía de Lisboa, basada en un informe policial que aporta pruebas sobre la presencia de compradores gallegos de almeja en playas como Samouco, en el distrito de Setúbal. La comisión rogatoria fue inicialmente rechazada por los tribunales españoles, pero la Fiscalía de la República del Distrito Judicial de Lisboa presentó un escrito de aclaración y volvió a solicitarla, en febrero. Esta vez fue aceptada parcialmente. Un juzgado de Cambados rechazó la solicitud de interrogar a un ciudadano español presuntamente implicado en la trama de falsificación de documentos porque Portugal no especificaba si está considerado testigo o investigado. Y del mismo modo rechazó la petición de registro de su empresa, situada en la ría de Arousa. Lo que sí consintió y avaló el juzgado cambadés fue el registro simultáneo del martes en siete depuradoras, una conservera y una firma de artes gráficas arousana.

Esos documentos habrían sido encargados por el "investigado" para "eludir a las autoridades en caso de que se inspeccionara la procedencia de los bivalvos", pudiendo además propiciar "una evasión fiscal de impuestos del Estado portugués". Este representante de una depuradora arousana habría sido fotografiado a las puertas de la industria gráfica, de ahí que Portugal quisiera registrarla. Este gallego que aparece como principal sospechoso en la trama fue fotografiado con su vehículo en la playa portuguesa de Samouco en varias ocasiones, presuntamente "recogiendo almejas" en el almacén de un ciudadano luso investigado por el país vecino. En el lugar donde ese gallego tiene su almacén hay otro perteneciente a la conservera "salpicada" por este procedimiento judicial, de ahí que fuera registrada.

Hay otro protagonista clave en esta historia. Un ciudadano investigado por las autoridades lusas que es empleado de una depuradora con domicilio en O Grove y que habría entregado almeja a otra de las firmas implicadas en el caso.