Madrid reabrió la pesquería de anchoa el pasado jueves en la zona IXa (al sur de Fisterra) con 140 toneladas y los barcos salieron esa misma noche para capturarla. Los marineros se encontraron, sin embargo, a su llegada a puerto con que los inspectores -de la Xunta- les impidieron realizar la descarga alegando que no había permiso. "Nos sentimos perseguidos y acosados. Hasta parece que desconocen la ley", denunció ayer el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García.

A las seis de la madrugada los miembros de Acerga se vieron obligados a enviar la orden de la Secretaría General de Pesca a los inspectores para poder continuar. "Se paró todo 45 minutos y el precio bajó", indicó García.

Fuentes de la Xunta explicaron que hubo un problema "con la transmisión de información sobre la reapertura" de la pesquería. "Quedó aclarado y pudieron vender sin problema", añadieron las mismas fuentes.