El investigador de la Universidade de Aveiro Ricardo Calado explica que el equipo que desarrolló la técnica para verificar la procedencia de los moluscos ya se reunió con la ministra del Mar de Portugal y con el secretario de Estado das Pescas para explicarles el mecanismo y las posibles aplicaciones de su investigación, ante lo que los representantes del Gobierno luso se mostraron "receptivos". "Son conscientes de que es un problema real que hay que solucionar", indica Calado en referencia a la comercialización ilegal de productos pesqueros.

"Estas herramientas se pueden aplicar a todo. La usamos incluso para hacer la trazabilidad de origen de los percebes, porque funciona muy bien con la uña, con la parte dura que no se come, y también con los gusanos que se emplean como cebo de pesca deportiva o las algas. Estas, si se producen de forma controlada, tienen una huella muy diferente a las que la gente puede recolectar en las playas, con lo que se pueden diferenciar", explica el científico portugués. El objetivo, asegura Calado, es la creación de productos con Denominación de Origen Protegida como la que tienen alimentos como el mejillón, el queso, el chorizo o el aceite de oliva y, al mismo tiempo, ayudar a comprobar la trazabilidad y evitar los casos fraudulentos, que "siempre" surgen.