El cerco gallego reclama que los científicos embarquen más en los pesqueros para realizar campañas oceanográficas que permitan demostrar que hay sardina, como dicen constatar ellos día tras día. Representantes de las dos principales asociaciones de armadores de cerco de la comunidad aseguran que los marineros ven gran abundancia de este recurso en el mar y que aumenta "año tras año", lo que supondría la constatación de la recuperación de la especie en aguas ibéricas.

"Ya lo decimos desde principios de año, la impresión es mucho mejor que el pasado; vemos mucha sardina en el mar", indica el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, que considera que la perspectiva respecto a su recuperación es buena. "Se ven sardinas en la costa, hay recurso", indica, por su parte, el vicepresidente de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez, que considera que los biólogos deberían tener más en cuenta la época en la que realizan los estudios y embarcar más. "Que miren más lo que hay en el mar, que escuchen al sector", reclama.

El representante de la asociación mayoritaria de cerco de Galicia, Acerga, indica que la sardina es una especie "sensible" a los cambios de tiempo y que es importante considerar el momento en el que se analiza. "No estaba de más hacer un estudio en mayo o en pleno verano para que los científicos vean lo que hay en el mar; que la sardina está mucho mejor", indica García, que cree que una campaña más serviría para demostrar la "abundancia" de peces existente. Ambos representantes de la flota cerquera gallega aseguran a este respecto que sus asociaciones les ofrecieron a los investigadores su colaboración, aunque García recuerda el delicado momento económico en el que se encuentra el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y las dificultades que esto puede suponer para la institución a la hora de desarrollar los estudios.

Precisamente, el Gobierno informó ayer de que el buque oceanográfico Miguel Oliver continúa con la evaluación de las principales especies de pelágicos (sardina, anchoa, jurel o caballa, entre otras) en el norte peninsular en el marco de la campaña Pelacus 0318. Su objetivo es determinar la abundancia y características de estos recursos, aunque los investigadores también toman nota de los mamíferos, aves marinas y basuras de la superficie y de la abundancia de "biomasa planctónica" y efectúan la recogida y análisis de boyas y pequeños plásticos presentes en el ecosistema marino.

El plan de gestión

Pérez, por otro lado, considera que sería suficiente con una veda de la especie hasta abril, algo que justifica en que la flota de menor tamaño no se puede desplazar a pescar anchoa y caballa como hacen otros buques que después regresan a la costa gallega a capturar sardina. "La parada biológica es para que en el tiempo de desove, las sardinas desoven; no hace falta que sea tan larga", considera el representante de Cerqueiros Galegos.

España y Portugal elaboraron un plan de gestión conjunto para la sardina ibérica que aprobó la Comisión Europea y en el que se establece una veda de seis meses, desde octubre de 2017 hasta mayo, para recuperar la especie.

Los científicos llegaron a proponer una veda 15 años, algo que Pérez considera "una salvajada", aunque finalmente los dos estados acordaron reducir las capturas hasta las 14.600 toneladas (frente a las 17.000 de años anteriores). "El TAC [Total Admisible de Capturas] está muy reducido y somos mucha flota. No pescamos más porque no podemos", lamenta el vicepresidente de Cerqueiros Galegos. Bruselas autoriza a capturar 7.300 toneladas de este recurso entre mayo y julio y las otras 7.300 de agosto a octubre si se constata una recuperación de la biomasa del 10%, algo que el sector no duda que se va a producir.