Los residuos plásticos vertidos al mar liberan hasta 23.600 toneladas métricas al año de carbono orgánico disuelto en el agua que estimula el crecimiento de las bacterias que lo consumen "rápidamente", según un estudio liderado por la investigadora Cristina Romera Castillo durante su contrato postdoctoral en la universidad de Viena en el que participaron los centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Vigo y Barcelona. Según la investigación, las bacterias consumieron en cinco días el 60% del carbono orgánico.