La lonja de A Coruña subastó en lo que va de año 606 toneladas de anchoa, casi diez veces más que en el mismo periodo de 2017 (65 toneladas) y la cantidad más elevada desde 1997 -ejercicio más antiguo del que hay datos- debido a la abundancia de este recurso en la costa coruñesa, algo que confirma el cerco de la comunidad. "Llevamos tres semanas pescando en Galicia, desde Laxe hasta A Coruña, aunque hoy [por ayer] falló un poco. La especie es de mejor calidad que la que capturan los barcos en el País Vasco", explica el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, que indica que entre 32 y 40 piezas pesan un kilo. "En Coruña hubo mucho pescado, incluso le reventó los aparejos a algún buque", asegura el vicepresidente de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez.

Ambos representantes del cerco coinciden en que el precio del recurso varió entre los más de dos euros por kilo y el "euro y pico". La facturación en el centro de primera venta coruñés fue de 893.336 euros hasta ayer, casi seis veces más (+460%) que los 159.365 euros del mismo periodo del año pasado, mientras que el precio medio del producto descendió un 40% y este ejercicio se subastó a 1,47 euros por kilo (2,46 euros en 2017), según los datos provisionales de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.

Las ventas de anchoa en las lonjas de Galicia subieron hasta las 1.202 toneladas, el doble que en 2017 y también récord desde 1997, por 1,99 millones de euros (+97%).

La "anecdótica" abundancia de la especie en aguas de A Coruña y el mal tiempo retrasaron la salida de algunos cerqueros hacia el País Vasco, a donde van a la costera. "Todavía no hay muchos barcos allí, tal vez 15, y suelen ir unos 35 de los 102 que forman Acerga", explica García. En el caso de las unidades integradas en Cerqueiros Galegos, "las más grandes" ya están en el Cantábrico para capturar anchoa, mientras que las de menor tamaño saldrán conforme mejore el tiempo. "En el País Vasco están capturando la especie a diez o doce horas de ruta de tierra y eso supone un gasto enorme en gasoil, que además se encareció. A la flota pequeña no le compensa", explica Pérez.

La cuota de anchoa para 2018 es de 29.700 toneladas, de las que se reserva el 10% para el segundo semestre. Galicia reclamó un porcentaje mayor, ya que el recurso suele desplazarse hacia aguas gallegas conforme avanza el año, pero la Secretaría General de Pesca decidió no subirlo porque el año pasado "no se consumió" el 15% guardado. García achaca esto a que los límites de captura de la segunda mitad de año eran inferiores a los establecidos para éste, del 75% de los topes del primer semestre (diez toneladas por barco y día para las unidades de más de 120 GT -arqueo de registro bruto- y ocho toneladas para las otras), frente al 40% de 2017.

La caballa

"Algunos de los barcos todavía tienen cupo de caballa pero ya no hay recurso. Siempre viene alguna mezclada con la anchoa y así la flota tiene margen para venderla y no descartarla", explica Pérez.

García, por su parte, indica que las unidades que forman parte de la asociación mayoritaria en el segmento ya no capturan caballa como "especie objetivo" y que el cupo que les queda sin pescar lo quieren reservar para el segundo semestre por el precio que alcanza el recurso.