El pulpo es uno de los -muchos- platos estrella de la gastronomía gallega y, como tal, se persigue en las lonjas. Sin embargo, las bajas capturas de la campaña que comenzó en julio del año pasado ha hecho que el kilo alcanzase precios medios prohibitivos, rozando los 10 euros. Es precisamente este el principal motivo de alegría de los naseiros gallegos, que ayer vieron como la especie entraba en veda tras dejar la segunda mejor cifra de venta del último lustro pese a tener los peores desembarcos de los últimos 12 años. Así, en las lonjas de la comunidad se vendieron 1.536,3 toneladas de pulpo por 14,6 millones de euros.

El recurso alcanzó de media los 9,8 euros el kilo, una cifra que supone casi cuatro euros más respecto a los dos últimos años y que se coloca como la más alta registrada por la Consellería do Mar a través de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca. Sin embargo, hubo jornadas -y lonjas- en que esos casi 10 euros se vieron ampliamente superados. Por provincias, la primera venta en Pontevedra es la que registró la cifra más alta, 10,3 euros, seguida de A Coruña (9,74 euros) y Lugo (9,13 euros).

Pese a los buenos datos económicos, el balance general es mucho más pobre respecto al año pasado. Aunque el sector es reticente a comparar esta campaña con la anterior por los números "excepcionales" de la 2016/17, lo cierto es que las capturas cayeron casi a la mitad (un 48,5% menos) y la facturación se redujo en más de 4,2 millones de euros. "De eso nos tenemos que olvidar porque es difícil que se repita", decía mediada la campaña José Manuel Rosas, patrón mayor de la cofradía de Bueu, una de las más celebres en cuanto a pulpo se refiere. Que añadía: "El año a comparar es el anterior". Con esa premisa, los desembarques siguen siendo inferiores (un 29,2%) respecto a la 2015/16, pero las ventas se incrementaron en 1,2 millones, un 9,6% más.

En la zona VII, que agrupa A Coruña, Barallobre, Ferrol, Miño, Mugardos, Pontedeume y Sada, las lonjas movieron más de 222.000 kilos de pulpo desde el pasado julio hasta el inicio de la actual veda, con una facturación de 1,95 millones de euros. Durante este año, el precio medio del cefalópodo en el Muro alcanzó los 9,86 euros.

El área de O Morrazo fue de las más afectadas en comparación con la campaña anterior. Entre Bueu, Cangas y Aldán se vendieron algo más de 195.000 kilos, lo que supone un 61% menos. "Se non chega a ser polo prezo case non compensaba saír ao mar", afirmaban ayer algunos marineros en Bueu.

En el caso de la ría de Arousa, entre Cambados y O Grove solo pescaron este año el 40% vendido en la campaña anterior del cefalópodo. En total fueron 33.000 kilos vendidos en ambas lonjas por 325.000 euros.

En la zona de Vigo y el sur de la provincia (Vigo, Canido, Panxón, Baiona y A Guardia), los datos de la Consellería reflejan que se vendieron 148.444 kilos por 1,3 millones, una caída del 70% en cantidad y del 56% en valor. En este caso, los datos no son mejores que el la campaña a comparar según el sector, la 2015/16, que dejó 2,3 millones de euros en primera venta por los 385.512 kilos subastados.

Los datos son "provisionales" a la espera de contabilizar las últimas hojas de venta de esta semana, pero las cifras no variarán en exceso, como argumentan desde el sector. Ahora la veda estará vigente hasta el lunes 2 de julio. A partir de entonces se sabrá si este mes y medio de parón absoluto ha sido suficiente para normalizar la situación o si a los naseiros les espera otra campaña de pocas capturas y precios disparados que haga temblar a la industria que trabaja con el cefalópodo y a los consumidores.