El Ministerio de Fomento no dispone de la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio para construir las dos rotondas que ejecuta en la actualidad en la N-651 a su paso por Pontedeume. Pese a que el Gobierno central ya entregó el proyecto modificado, la Xunta, por el momento, no se ha pronunciado al respecto.

El pasado mes de mayo, Fomento reanudó la actuación que fue paralizada en 2008 por no contar con los permisos preceptivos de la Xunta, cuestión denunciada por Fusquenlla ante Patrimonio, que decretó paralizar las obra. Posteriormente, el Comité Asesor do Camiño de Santiago desestimó las obras por localizarse cerca del casco viejo de Pontedeume, declarado Bien de Interés Cultural.

Este mismo colectivo ha sido el encargado de advertir ahora tanto al Gobierno local como al autonómico de que el Ministerio de Fomento carece del visto bueno de Patrimonio. Desde la Administración local aseguran desconocer la ausencia del permiso de Patrimonio.

La plataforma advierte de que las obras se están llevando a cabo sin tomar las medidas necesarias para preservar el patrimonio arquitectónico, en concreto las figuras del oso y el jabalí, que se encuentran en la glorieta más próxima al puente de piedra y que son legado de la Casa de los Andrade. Explica además que tampoco se realiza un control arqueológico de los movimientos de tierra "como corresponde a un entorno de constantes hallazgos de esa naturaleza", señala.

Fusquenlla denuncia también que el tejo senlleiro que se encuentra en el entorno de la rotonda que se está construyendo en la actualidad frente a la estación de servicio de la villa ha sido "seriamente dañado" por los responsables de las obras.

"Una poda brutal, la extirpación de sus raíces y la construcción de un muro de cantería y cemento a escasos centímetros del tronco deterioraron la salud de este árbol, quizá de una forma irreversible", lamenta el colectivo eumés.

Por estas razones, solicita a la Consellería de Cultura que paralice las obras mientras no se garantice la preservación del patrimonio natural y arquitectónico de la villa, además de exigir un "escrupuloso respeto por la legalidad".