La Policía Local de Pontedeume estima que más de 20.000 personas visitaron el pasado fin de semana el casco histórico de la villa, con motivo de la celebración del I Feirón Medieval dos Andrade, según explica uno de los organizadores del acto, Eduardo Rubianes. El mercado arrancó el pasado viernes y finalizo el domingo, día en el que, según el Gobierno local, se rebasaron las expectativas, viéndose incluso "desbordado" en algunos momentos por la afluencia de gente.

"Éxito" fue la palabra más repetida ayer en la localidad. Organización, comerciantes, hosteleros y Ejecutivo municipal se felicitan mutuamente por el trabajo realizado y hacen hincapié en la importancia de la colaboración para el buen resultado de la feria, cuya preparación se ha desarrollado a lo largo de los últimos meses.

El principal escollo al que se enfrentaban era el problema de aparcamiento, una de las principales carencias de la villa, que motiva las quejas de vecinos y comerciantes desde hace años. Pero en esta ocasión se encontró solución en la periferia del casco urbano. Un parking habilitado en la avenida de Ferrol; el aparcamiento situado debajo del puente de la autopista y la rotonda de la AP-9, junto con el recientemente habilitado en el campo de fútbol del IES Fraga do Eume permitieron a los visitantes estacionar sus vehículos "a menos de tres minutos" del casco histórico. "Esto demuestra que Pontedeume tiene capacidad para albergar a mucha gente pero en la periferia, no en el centro", explica el concejal de Cultura, Eugenio Otero.

Por poner alguna pega a un evento que cuyo resultado fue "redondo", Eduardo Rubianes explica que se debería haber cerrado al tráfico totalmente la plaza de O Conde, con el fin de no entorpecer las representaciones teatrales y para que los visitantes no tengan que estar "pendientes" de los vehículos.

Para pulir estos pequeños fallos, se celebrará una reunión entre la organización y el Concello, para evaluar resultados y estudiar la celebración del mercado el próximo año, aunque con el éxito cosechado, la segunda edición está asegurada. Quienes también fueron beneficiados por estos festejos fueron los hosteleros que vieron como sus ventas se dispararon y, en muchos casos, agotaron existencias, lo que no recordaban desde hace años.

Y para poner la guinda a este fin de semana perfecto para la villa de los Andrade, antes del mediodía de ayer Pontedeume lucía limpio, sin rastro de las más de 20.000 personas que acogió el fin de semana.