"En este documento se plasma el rumbo que tiene que tomar el partido en el futuro". "No se trata de desmarcarse de nadie". "No hay dos PSOE". Con estas frases el secretario general de la agrupación local socialista, Augusto Rey, y el secretario de organización, Jesús Bao, presentaron las nueve directrices de las que se compone el Ideario para un gobierno de progreso en Cambre, que tendrán que suscribir todas aquellas personas que integren la candidatura socialista en el municipio.

Sin embargo, muchas de estas normas surgen en respuesta a los asuntos que han envilecido la imagen del PSOE local en los últimos años. Así, no habrá espacio en el próximo grupo municipal socialista para la discrepancia en las votaciones plenarias. La ruptura de la disciplina de voto, que en esta legislatura escenificaron Javier Varela Tejedor y Beatriz Ramos, no se volverá a repetir. La agrupación obligará a los ediles a firmar un acuerdo por el que renunciarán a su acta antes que mostrar algún desacuerdo con sus compañeros en pleno. Rey reconoce que esta medida puede entrar en contradicción con la ley orgánica de régimen local, pero alega que no se trata de un documento legal, sino ético.

Los nuevos mandamientos socialistas también apuestan por "la renovación periódica y progresiva". No volverán a permitir que un alcalde de sus siglas ostente 32 años el bastón de mando, como ha conseguido Antonio Varela Saavedra, por lo que han limitado esta posibilidad a tres legislaturas. El ideario también propone mejorar la colaboración y la comunicación entre el grupo municipal y la agrupación local, relación que en los últimos años se ha visto difuminada.

La crispación y las broncas que han marcado la tónica de la relación entre los diferentes grupos de la corporación es otra de las realidades que el PSOE local quiere desterrar. Por ello, proponen fomentar el respeto y esforzarse por alcanzar los acuerdos necesarios para defender el interés general. La austeridad y la transparencia aseguran que serán otras de sus máximas, por lo que garantizan que ajustarán sus retribuciones a las posibilidades presupuestarias del municipio y al contexto socioeconómico.

"No se nos caerán los anillos por reconocer un buen trabajo de otra administración, aunque no sea de nuestro color político", avanza el secretario general y añade que también mejorarán la organización de la administración local "huyendo de la burocratización y del exceso de personal". El compromiso social, la participación ciudadana y el mayor protagonismo del asociacionismo completan el ideario.