El accidente mortal registrado el pasado 3 de julio en el cruce del Esperón, en el municipio de Cerceda, ha reavivado las protestas contra el diseño de esta semirrotonda, que acumula ya más de medio centenar de siniestros desde su construcción.

La Asociación de vecinos de A Baixa ha convocado para el viernes 23 de julio una concentración para demandar una actuación que elimine este punto negro de las carreteras comarcales.

El Bloque Nacionalista Galego, que se ha sumado a esta convocatorio, realiza un llamamiento a la población para que acuda a reclamar a la Xunta -administración titular de la vía- que reforme de forma urgente este cruce para evitar que se vuelvan a repetir siniestros como el acontecido a principios de mes, en el que un joven perdió la vida y otros dos resultaron heridos de extrema gravedad, al chocar el turismo en el que circulaban contra un autobús. El conductor del autocar resultó ileso.

El gobierno gallego aludió a la austeridad económica para rechazar la mejora de este punto en el mes de abril, ante una pregunta parlamentaria efectuada por el BNG. Los nacionalistas exigen a la Xunta que reconsidere su postura y acometa "unas obras que demandan de forma unánime todos los usuarios de la AC-523", principal vía de conexión de Cerceda, que se cruza con la carretera AC-400 en la fatídica semirrotonda.

Los continuos choques entre vehículos desde la creación del cruce en 2006 han generado numerosas protestas entre los vecinos, que solicitan que se convierta en una rotonda completa.

El regidor municipal de Cerceda, José García Liñares, por su parte, atribuye la proliferación de accidentes en este lugar a la imprudencia de los conductores, ya que asegura que la intersección de las dos carreteras cuenta con suficiente visibilidad.